La sala de espera se volvía cada vez más pequeña y asfixiante, caminaba de un lado a otro para intentar fallidamente controlar la ansiedad que me embargaba; mi cuerpo estaba llegando al punto límite de la paciencia, podía sentirlo. La desesperación se arremolinaba como tornado en mi interior arrasando lentamente con la poca cordura que me quedaba.
Me recargué en la pared ocultando el rostro entre mis manos mientras sentía como mis ojos comenzaban a rendirse ante la situación. Tomé cuatro respiraciones profundas y me decidí a preguntar por décima vez en la noche.
ㅡYa le dije, señor, que aún no hay noticias ㅡla enfermera no dejó ni que me acercara cuando ya había contestado mi pregunta no formulada.
Mamá colocó su mano en mi hombro en señal de apoyo, me giré hacia a ella y la abracé con fuerza, diciéndole frases esperanzadoras que ni yo mismo me las creía. Justo en ese instante, cuando empezábamos a llenarnos de ilusión, el doctor salió de la sala de cuidados intensivos.
ㅡFamiliares del señor Carr ㅡnos ubicamos en frente de él para escuchar aquella terrible noticia que destrozó mi corazón por completo ㅡlo siento mucho.
ㅡ¿Podemos verlo? ㅡel doctor asintió y permitió que mamá entrara primero mientras yo me perdía en la nada intentando asimilar la nueva información. Permanecí en shock durante 15 minutos en los que no pensé, no lloré, no respiré. Vi a mi madre salir destrozada de la habitación y por un momento me sentí ajeno a su dolor. Era como si todo mi cuerpo se hubiera congelado y quedado imposibilitado de sentir cualquier cosa.
Di pasos lentos hasta la habitación, me detuve en la puerta y desde allí lo observé; se veía más pálido de lo usual, había perdido muchos kilos, su cabeza ya no tenía ningún cabello y el verde de sus ojos ya no brillaban. Sonrió al verme y fue entonces cuando no pude resistirme, comencé a sollozar sin control alguno caminando hasta llegar a su lado.
ㅡTe amo, hijo ㅡsu voz llegó a mí en un susurro entrecortado.
ㅡYo también, papá, yo también ㅡsostuve su mano entre las mías hasta que la oscuridad lo absolvió y el frío se apoderó de su cuerpo. Lloré, lloré como nunca había llorado y me negué a dejarlo ir ㅡ¡No, papá! ¡No me dejes! ¡Papá! ¡Despierta, papá! ㅡMis gritos alertaron al personal del hospital quienes utilizaron la fuerza para sacarme a rastras de la habitación ㅡ¡No volveré a fumar, te lo juro! ¡Estudiaré arquitectura y te construiré la casa que siempre quisiste! ¡Pero no me dejes! ㅡLuchaba contra cuatro enfermeros para llegar a él, sabía que en cualquier momento abriría los ojos ㅡ¡Papá! ¡Papá, despierta! ¡Suéltenme! ¡Suéltenme! ㅡUna aguja fue insertada en alguna parte de mi cuerpo, el líquido invadió mi sistema adormeciendo todo a su paso y nublando mi vista.
Pocossegundos después la nube negra me consumió, mis gritos fueron acallados pero micorazón siguió bramando su nombre.
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BIENVENIDOS A ESTA NUEVA HERMOSA HISTORIA. ESPERO LA DISFRUTEN TANTO COMO YO ESCRIBIENDOLA. Voten y comenten mucho para que me hagan feliz.
Besos y abrazos
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Todos los días de mi vida
RomansaCuando Lissa se cruza en la miserable y amargada vida de Alex para ponerla de cabeza, a él no le quedara más remedio que volver a ser un niño lleno de energía para ser capaz de resistir a sus más locas ocurrencias. Sin embargo, no todos estarán de...