Hechos Irreales

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Un gran golpe fue lo que sentí antes de notar el chispaso de la bala dar en el suelo y caer en el asfalto. Una furia se desató dentro de mí. ¿Quién me había quitado mi oportunidad de acabarlo todo?

Furiosa, me revolví en contra de mi captor, que pronto descubrí era una mujer. Pero estaba tan enojada, que mis intentos por liberarme se volvieron torpes y ella terminó por apresar mis muñecas contra la grava y entonces la pude observar bien. Era pálida y delgada, tenía el cabello del mismo rojo que el mío y ojos grises que me recordaron a los de mamá. Sin siquiera pensar del todo solo me revolví bajo ella para conseguir zafarme, la chica al verme el rostro se sorprendió tanto que sus manos se volvieron débiles e inseguras y yo tomé mi oportunidad.

Zafé mi puño y sin esperar más, la golpeé directo en el rostro y ella, con una exhalación, fue a caer al asfalto a mi lado. Yo la tomé por uno de sus brazos y con mi otra mano saqué mi pistola y cuando la retuve contra el suelo, le puse la pistola en la sien.

Ella respiraba agitadamente y sus ojos estaban comenzando a llenarse de agua.

- Dame una maldita razón para no asesinarte- mis dientes rechinaban de furia.

- Sky... tienes que dejarla ir...- dijo Daryl a mi lado, recogiendo algo del suelo.

Vi que todos se acercaron. No me moví, sostuve el arma con tanta fuerza que no sabía cómo no había disparado.

- Vas a querer ver esto...

La chica suspiró y dejó su cabeza en el suelo antes de mirar hacia arriba y tragar saliva.

Daryl me mostró un papel. No, una fotografía. En ella estaban mis padres con una chica con toga de graduación y mamá sostenía a una bebé entre sus brazos. Claramente, aun que la chica se pareciera a mí, no era yo.

Yo miré nuevamente a la chica que tenía apresada. Sentí que temblaba de nuevo pero no de rabia, si no de confusión e impotencia.

- ¿Q-quién demonios eres?

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Las puertas estaban cerradas, la casa oscura y tranquila, la única fuente de luz era el sol que entraba por las ventanas. Rick, Carl, Michonne y Daryl estaban conmigo mientras "Francinnie" contaba su historia.

- Así que sí- terminó de decir la chica- soy tu hermana.

Desvié la vista.

Hermana ¡já!

Todos se quedaron en silencio. La puerta principal se abrió. Era Derek.

- Lamento interrumpir. Necesitamos a Scarlett. Es importante.

- Voy- me puse de pie inmediatamente.

- Scarlett- Rick me llamó la atención, yo volteé a mirarlo y él alzó sus cejas, esperando a mi respuesta.

- ¿Qué esperan que diga? No tengo hermanos biológicos y nunca los he tenido. Ser un hermano no se trata solo de sangre. Beth era mi hermana. Glenn era mi hermano- ahora la miré a ella- y tú... no te conozco. No te conozco en lo absoluto, lo siento.

Sin decir nada más, me dirigí a la puerta principal.

Derek me guió a través de Alexandria hasta otra casa donde los lobos parecían estar teniendo una discusión. En cuanto Derek entró todos se silenciaron. Cerré la puerta detrás de mí.

Miré al líder inquisitivamente, él miró a todos antes de mirarme a mí.

- Hemos escuchado el plan de Rick y no estamos de acuerdo.

Asentí.

- Creo que lo entiendo...

- ¿Ah sí?

- Les prometí el Santuario, Rick quiere destrozarlo con tal de acorralar a Los Salvadores. Eso es lo que les molesta, ¿cierto?

Ellos se miraron entre sí, pero Derek me miró y se cruzó de brazos.

- Sí, ¿cómo planeas arreglarlo?

- Bueno, no he tenido la oportunidad de hablarlo con Rick, pero tengo varias alternativas. La principal sería utilizar uno de sus camiones trampa para hacer algo parecido a lo que Rick quiere pero sin provocar daños a la estructura.

- Seguirían llenando el edificio de caminantes- dijo un chico lobo.

- ¿Son los caminantes lo que les preocupa?- alcé mis cejas- con el Santuario en nuestro poder y los Salvadores eliminados podemos tomarnos nuestro tiempo para limpiar el área, en caso claro de que quieran eliminarlos. Si no, podemos simplemente devolverlos al camión con la radio.

Una ola de susurros se levantó.

Derek asintió.

- ¿Todos de acuerdo?- preguntó, nadie pareció oponerse- bien, esperemos que Rick también. Pueden irse.

Iba a darme la vuelta y marcharme con los demás pero él me detuvo.

- Tú no.

Cinfundida, observé mientras todos se marchaban. Derek suspiró cuando el último lobo cerró la puerta y yo lo miré.

- Scarlett, has demostrado ser una gran luchadora y estar capacitada para grandes cosas. Nos has ganado y nos has mantenido a tu lado a pesar de los desacuerdos entre nuestros grupos y eres la única en Alexandria a la que confiamos... por eso, quiero pedirte que tomes el liderazgo cuando yo muera.

Aquello me sentó como un balde de agua fría.

- ¿Q-qué?

Él suspiró y se subió la manga. Debajo de la tela tenía escondida una mordida de caminante. Me cubrí la boca de la sorpresa.

- Derek... yo... ellos... - no supe qué decir.

- He hecho lo más que he podido para que ellos te tengan confianza pero el resto lo has hecho tú sola. No sé cuánto tiempo me quede pero necesito que alguien me releeve. Y se quién es la peraona perfecta.

Yo miré al suelo.

No tenía idea de poder hacerlo. Tal vez era mucho para mí.

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Feliz navidad ♡♡

Nada más que decir JAJA bai

- Belle

TWD: Disturbio Eterno | c. g. |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora