Espía Encubierta

27

POV Olivia

–¿Alguien más estaba con ustedes?–pregunté

–Si, Rodrigo pero desapareció hace rato y no lo hemos encontrado–me dijo Fran, Jace estuvo callado todo el camino hacia el edifico Wolf.

Cuando ya estábamos en frente del edificio, Jace abrió con tanta fuerza la puerta que se escuchó un sonido retumbar por todo el hall, no queríamos hacerles saber a los lobos que estábamos aquí, debíamos ser sigilosos.

–No hagas eso otra vez–le hice saber a Jace, me miro molesto no sé qué le pasaba pero no importaba en estos momentos, nuestro objetivo era rescatar a Malia no sé qué harán con ella y eso me preocupa.

POV Malia

Abrí los ojos no sé en qué momento me había quedado dormida, me levanté pero algo me estaba deteniendo era una esposa, inspeccioné el lugar y al parecer estaba en un camión a donde me llevaban estos malditos lobos.

Sentí como el camión se estaba tambaleando un poco, tal vez era por lo viejo que estaba y de la nada se detuvo, un hombre alto con lentes de lunas oscuras abrió las puertas del camión, entro y me saco la esposa de mi muñeca le tire un puñete en la cara e intente escapar no se donde me encontraba,estaba desorientada pero lo único que podía hacer en estos momentos era correr.

–IDIOTAS ATRÁPENLA–grito aquel hombre al que le tiré el puñete, mierda dos hombres iban detrás mío, un auto se estacionó en frente mío.

–¿Te subes?–me preguntó un chico que iba de copiloto–No veo que tengas otra opción ya que esos hombres corren muy rápido y están a punto de atraparte–era verdad no tenía otra opción no dude en subirme en la parte de atrás.

En el momento en que subí, el chico que iba de piloto empezó a manejar rápido, me dio curiosidad porque razón me habrían ayudado, estaba en un debate mental en preguntarles quiénes eran o si abrir la puerta y lanzarme porque podrían ser de la pandilla de los lobos, aunque eso lo dudaba un poco.

–Disculpa pero.. ¿quienes son?–les pregunté, el piloto me miro por el retrovisor y sonrió.

–Stiles y el de mi costado Scott–el corazón se me rompió al recordar a Scott el maldito mentiroso–tranquila nosotros somos los buenos, los lobos amigables.