One-shot's [CraigXTweek] |Oh! Honey|

●Es un día lluvioso, amor●

Llovía con fuerza. Demasiada, todo era demasiado en aquel momento por el joven azabache, con la cabeza apoyada contra uno de los ventanales de su habitación, llorando en silencio, las lágrimas saladas y crueles surcando le el rostro,  sin mostrar piedad,  dejando claro al mundo todo lo que sentía, toda su vulnerabilidad, estaba débil ante el mundo,  sus bellos y hace apenas unas horas atrás, fríos ojos ahora estaban acuosos, llenos de culpa y preocupación, y,  mientras empezaba a abrazar sus piernas, la memoria de aquel día empezaba a llegar.. Los gritos.. El hospital.. Su padre gritando.. El mismo cargando a su hermanita aterrado al ver el auto.. La sangre.. La brillante y sedosa cabellera de su madre siendo manchada por la sangre viscosa y pegajosa.. El funeral.. Como es que la mansión se volvió más silenciosa.. Los días llenos de mierda.

Ahora las cosas eran mejores, pero.. De nuevo.. Se sentía tan vulnerable como aquel día.. Solo un poco.. Solo había faltado un poco para no volver a ver su rostro.. Jamás volver a ver su sonrisa y escuchar su risa.. De poder tomar sus manos.. Si no hubiera reaccionado a tiempo.. Si no se hubiera lanzado contra el.. Tal vez.. Tal vez.. Sus sollozos empezaron a escucharse, débiles y patéticos mientras los recuerdos de ese mismo empezaban a rodearlo y torturarlo.

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Todo comenzaba normal, como cualquier día, un Akuma se presentaba afectando a una persona, el mismo sonreía al ver que algo interesante pasaba y vería de nuevo a su pequeño y amado Lordbug.

Terminando su transformación, cortesía de Plagg, fue saltando de techo en techo hacia donde creyo haber visto al Akuma. Después de varios minutos termino por encontrarlo, vaya su sorpresa fue al notar que era el idiota de Clyde.. En realidad.. Tal vez si se lo esperaba un poco.. Ya que, a fin de cuentas,  lo había visto algo desanimado y en la salida de la escuela no quiso ni hablarle.

Clyde no se parecía nada al que el conocía, con un traje grisáceo y rojizo, vendas cubriéndole las muñecas y el antebrazo junto con las pantorrillas, botas negras y un cinturón lleno de bombas pequeñas y rojos , una máscara peculiar que cubría tanto sus ojos como el lado derecho de su rostro, sin embargo, se sobresaltó al ver humo saliendo de la mano derecha de Clyde, cuando este se retiró dejo ver como una pequeña bomba rojiza con una 'x' negra había aparecido en la mano de su amigo, inmediatamente tomo su propia arma,  mas por reflejo que por otra cosa, mientras se acercaba a su mejor amigo.

-¡Clyde, será mejor que dejes eso ahora!- ¿donde estaba su pequeño Lord?, justamente el mencionado se dio media vuelta sonriendo, aun sosteniendo la bomba.

-¿Clyde?- pregunto con sorna,  como si su propio nombre fuera un chiste-te equivocas estúpido! ¡Mi nombre es Red Boomer!

Casi le gruño cuando se detuvo enfrente de el, atento a cuando lanzará la bomba. Y cuando lo hizo no tardo mucho en el mismo lanzarla hacia el cielo, sobresaltándose cuando exploto con fuerza dejando ver por un momento fuego oscuro y púrpura. Trago saliva para después observar a Clyde, que no tardo en sonreír y apretar su puño derecho para dejar ver aquel humo de nuevo, en segundos se había retirado golpeando en la cara,  se sentía como el mismo fuego en su rostro, cuando retrocedió casi hasta el borde por el dolor y quejándose pudo ver entonces el filo de la espada apunto de atravesarle, se movió rápidamente a un lado, esquivando, al ver la sonrisa del castaño comprendió que hablar no serviría. Empezando a esquivar cada ataque lleno de gracia y fuerza se preguntaba cuando es que el maldito de Clyde se había vuelto un espadachín tan bueno, apenas si podía esquivar la espada antes que lo atravesara.

De repente un yo-yo se enredó en el mango de la espada para después lanzarla hacia el cielo,  haciendo que explotara de igual manera. Y ahí estaba, su preciado Lordbug, ¡que había tardado años en llegar!