-Lo único que puede decirte es que sí no nos vamos ahora mismo tú y yo moriremos y sí antes había la mínima posibilidad de salir de aquí,ya no habrá ninguna.-
-Pero... sí tú eres él que me trajo aqui y él dueño de todos esto, no te matarán.-
-Te he mentido, en eso consiste la prueba en haber como reacciones.-
Al escuchar esas palabras, decidí no decir nada más, lo vi preocupado y vi en sus ojos una expresión que me inspiró confianza, por lo que le hice un gesto de aceptación con la cabeza y lo seguí, no me importó a donde me llevara lo único que quería era abandonar mi celda para siempre y no volver nunca.
Tras varios minutos andando detrás del, me fije que era de altura muy pequeña para su cara, me parecía muy madura.
-Sé lo que estas pensando y tengo 18 años, pero una altura de 8 años.
A ti te dispararon una pistola 'anti-memoria' y a mi me dispararon con una 'anti-crecimiento'.-
Yo me quedé asombrada no entendía como podía saber que me habían disparado, este chico era muy misterioso con un "algo" que me trasmitía serenidad. Pero ¿cómo era posible? no sabía ni su nombre y ya tenía tanta confianza en él.
-Soy un chico de fiar, no te preocupes, por cierto me llamo Adrián.-
Vale esto ya no me trasmite confianza, ya es la segunda vez que contesta a mis pensamientos y eso no me gusta.
-Sí, leo la mente .-
-¡¿Y me lo dices ahora?!-
-No me parecía un dato importante.-
-Pues sí que lo era, lo siento doy la vuelta no quiero seguir.
-¡¿Qué ?! moriremos los dos.-