Al escuchar esa frase, me acordé de los primeros días que llegué, la tristeza, la soledad y la impotencia de no recordar nada.
Y pensar que todo esto lo organizó un absurdo pelirrojo, al que le saco media cabeza, me ponía muy pero que muy furiosa.
-¿Y por qué me trajiste aquí?-dije yo con tono enfadado.
Él calló, me miró y se fue de la habitación.
-¿Se puede saber a dónde vas?- dije yo con tono más enfadado.
Y allí me quedé, sola sin ninguna salida y notando como mi furia se iba convirtiendo en miedo e inseguridad y como me estaba arrepintiendo de pronunciar las frases con ese tono de valentía, que nunca me había caracterizado en estos 5 años.
Pasados 10 minutos él regresó con un cuenco de agua y me dijo:
-Eres la elegida- dijo él con tono tranquilo.
- No entiendo, la elegida... ¿para qué?- dije yo muy nerviosa.
-Has superado la prueba-
- ¿Qué prueba?-
Hace tiempo que no escribo :-( , espero que les gusten y comenten para que pueda aprender de mis errores. :-)