VII

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Querido tú:

Hola, ha pasado tiempo, ¿no? Ya es navidad, otra navidad sin ti, pero ya en estos seis años me he acostumbrado. He decidido escribir esta carta, aun con dudas, no he pedido opiniones sobre si decirte o no, pero aquí me lees, estoy por decirte algo que nunca antes había pronunciado a la ligera. Algunos creen necesario plasmar con esta carta lo que ya varios sabemos, otros sin embargo insisten que escribirte es una pérdida de tiempo, tanto para mí al escribirte como para ti porque no me leerás pero tú me conoces y sabes más que nadie que amo llevarle la contra a todos. Por eso hoy te escribo.

Hace unos días te vi, es decir no te vi, pero si vi tu sombra, la vi rondar por la cocina, el lugar favorito que tenías, tu lugar para crear las recetas más riquísimas. Digo que te vi, pero era tu sombra, ella pasó frente a mí en el momento que me iba a preparar un café, por poco me traiciona el inconsciente y corro detrás de ti, por poco choco a la pared por intentar abrazarte, pero logre detenerme en seco, note que ya no estabas y cerré mis ojos para no llorar, para no desatar esas lagrimas que pujan por salir en cada momento que escucho tu nombre. Juro que llegara un día en el que no te llore más y me daré el lujo de llorar por lo que se me dé la regalada gana, pero mientras tanto soy como un globo con agua al contacto con el alfiler.

Estabas ahí por un segundo pasaste enfrente de mi e intente detenerte pero sabía que no podría ser verdad. Cuando hablo de haberte visto, no hablo de ver fantasmas o cosas moviéndose por si solas, no estoy paranoica, de eso estoy segura. Sino que me refiero a tu recuerdo. Volviste en forma de recuerdo, y por un pequeño momento fui feliz de nuevo.

Desde que he comenzado a escribir estoy en duda sobre si te diré la razón por la que empecé a escribir o no. Como ves he dicho mucho pero nada a la vez, esto se está complicando, siendo que es tan fácil decir. Han pasado seis años, seis malditos y hermosos años, llenos de llantos y felicidad, más del segundo que del primero. Luego de tu partida encontré el amor, uno nuevo, joven y totalmente inexperto amor que fue creciendo con el paso del tiempo, durante estos seis años puedo decir que te he amado mucho pero a él aún más.

Se llama Jordán, tienes seis años y es tu hijo.

Me preguntaras porque ahora, porque no hace dos o cuatro años, es simple, hace unos días cuando vi tu sombra supe que no podré olvidarte haga lo que haga y tu recuerdo estará conmigo mientras aun respire, aun mas ya que él se parece mucho a ti.

Atte. Violet, la que nunca te olvidara

P/D: Te diría que eres mi estrella favorita, pero tú eres la luna que le da luz a todas esas estrellitas. ¿Sabes? La peor parte de soñar contigo es cuando tengo que despertar. 

Querido TúDonde viven las historias. Descúbrelo ahora