La mañana siguiente fue muy extraña. Me había levantado con mucha tensión al recordar la escena de la noche anterior, en la misma habitación en donde había abierto los ojos en ese mismo momento.
Me causaba mucho escalofrío sentir aquella incertidumbre, el no tener idea de quien diablos era la persona que había entrado. Comencé a dudar de mis vecinos, pero luego no pude imaginarme a Mary, la abuelita de noventa años, trepar por las paredes y entrar por la ventana de un segundo piso.
Quería averiguar porqué me estaban sucediendo estas cosas, y porqué todo estaba tornándose tan tormentoso.
Mi teléfono comenzó a vibrar de manera repetitiva, asi que me acerqué a él y observé la pantalla.
Era Jungkook.
"Hoy te haré compañía en la cafetería, iré a molestarte un rato ;)"
Le escribí relajada.
"No te vuelvas denso ;). ¿Y Suga?"
Esperé fijando la mirada en la pantalla y en pocos segundos contestó.
"Yoongi salía con una chica. Se supone que no debías saberlo :P."
Reí por lo bajo y respondí.
"Como sea XD, te espero."
Dejé mi teléfono a un lado y me coloqué dificultosamente mis jeans. Sería otra mañana rutinaria, otro día como los otros. Excepto por la presencia del tarado de Jungkook.
Lo amaba, era como mi hermano, pero a veces se pasaba de idiota con sus chistes tan poco agraciados y sus muecas que le quitaban todo lo lindo que tenían.
Llegué algo tarde a la cafetería. Un simple problema con el tráfico hizo que perdiera varios minutos en el tren. Entré por la puerta de servicio y me acerqué al cambiador para abotonar mi uniforme.
Sientí un golpeteo a mi lado y volteé aun terminando de ajustar mis prendas.
"¿Te parecen horas de llegar?" La voz chillona de Lesly provocó que me irritara.
Habitualmente no habría contestado, pero ya me tenía exhausta.
"Eres la menos indicada para hablarme del respeto del horario. ¿Sabes?" Ella soltó una carcajada con ironía.
"Sabes que si abres la bocota te va a ir muy mal." Intentó erróneamente causarme miedo, o provocar que me sintiera intimidada.
Y lo cierto que lo que menos tenía, era miedo.
"¿Crees que porque tienes un hermano mucho mayor que yo vas a lograr intimidarme?" Reí por lo bajo mientras prendía el último botón de mi camisa. "Una lástima Lesly, das realmente pena."
Ella rodó los ojos y se retiró a paso ligero.
Suspiré y salí a trabajar.
....
Las horas pasaban y mi nerviosismo aumentaba a medida que se acercaba la hora de cerrar. Sabía que Jimin vendría, sabía que tendría que verlo nuevamente. Me estremecí al escuchar el sonido de la campañilla nuevamente, y al observar el reloj dejé que el nerviosismo se apoderara de mí.
Asomé la cabeza por la puerta de servicio y no logré distinguir quien era. Tomé de manera apresurada mi libreta y al salir por la puerta distinguí una silueta masculina, un hombre encapuchado.
Estaba segura que era Jimin. Siempre se aparecía en el mismo horario, en la misma mesa cerca de la ventana.
Me acerqué a la mesa con muy malas intenciones. Tenía pensado insultarlo e incluso más. Y si era posible, que se retirara porque no pensaba atenderlo.
Cuando me acerqué a la mesa, casi a punto de soltar las palabras, me percaté que se trataba de otra persona.
Quedé muy sorprendida. Jimin no había aparecido, ni si quiera se había atrevido a acercarse al local.
Terminé mi jornada laboral, entonces, de la manera más inesperada.
Me sentí vacía, sentía que me faltaba ese toque de intimidación, ese momento de nerviosismo y tensión. Jimin me generaba todo eso, me hacía estremecerme.
Llegué a casa bastante tarde, siempre cuidando de que nadie me siguiera en el recorrido.
Como siempre, cerré absolutamente todo y me quité la ropa para ducharme. Ya en ropa interior, me dirigí a mi habitación.
Observé y todo se encontraba en orden, incluso la ventana estaba cerrada al igual que las cortinas color crema.
El teléfono comenzó a vibrar, y supuse que se trataba de Jungkook. Debía disculparse conmigo, me había dejado plantada al no ir a la caferería como había prometido.
Pero no, era una llamada de un desconocido.
Al principio dude en contestar, pero luego me percate de que podria haber sido importante, así que contesté.
Una respiración comenzó a oírse del otro lado de la línea.
"¿Hola?" Intenté sonar relajada.
La respiración comenzó a hacerse cada vez más intensa.
Retiré el celular de la parte lateral de mi cabeza y observé la pantalla extrañada. Corté la llamada y arrojé el teléfono a la cama.
Volteé encaminándome al baño cuando el teléfono vuelve a vibrar.
Joder, esto se estaba poniendo pesado.
Me acerqué a la cama nuevamente y contesté.
"¿Quién es?" Dije ya con un tono de cansancio en mi voz.
Volvió a resonar la respiración.
"Si no me contesta, voy a-" Y justo en ese instante una voz, que parecía ser modificada me respondió.
"Aisha..." Se escuchó y me estremecí. "Te vez tan hermosa en ropa interior." Amplié los ojos sintiendo pánico absoluto.
Observé las cortinas, estas estaban cerradas. Me acerqué a la ventana y observé afuera.
Todo oscuro.
"No pierdas tiempo tapando ventanas, Aisha." Solté un quejido nerviosa. "Puedo verte."
"¡¿Quién eres?!" Grité histérica, sintiendo como el nerviosismo se apoderaba de mí.
"No puedes saberlo, aun." Una risita se escuchó. "Pero pronto te tendré en mis brazos, Aisha." Cada vez que repetía mi nombre sentía que mis piernas se romperían.
Corté la llamada y arrojé mi celular a la cama. Pasé mis manos nerviosa por el cabello, sintiendo como mis ojos se llenaban de lágrimas.
Estaba asustada, demasiado asustada para poder manejar la situación por mi misma.
Me sentía sola, indefensa, sin siquiera saber como manejarme para por lo menos no ser observada. La voz de aquella persona había sido modificada, por lo que no podría averiguar a simple vista de quien se podría tratar.
Ahora todo lograba encajar, las ventanas abiertas cuando ingresaba a mi casa, los cajones abiertos, mis pertenencias desordenadas, el sentirme observada cuando me duchaba, las llamadas anónimas.
Estaba siendo acosada.
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INSANE (JIMIN)-BTS
FanfictionNo había expresión alguna en su mirada. Simplemente se dedicaba a observar todo lo que hacía.