Jimin:
Mis heridas dolían, sabía que los demonios lograban apoderarse de mi reiteradas veces. Amaba la sensación de adrenalina que me causaba ver el miedo de la gente, poder apreciar una mirada de suplica, una mirada de pánico.
Desde meses atrás había adoptado una cierta fascinación por detener el corazón de chicas hermosas, y ver cómo su vida se escapaba de mis manos, ver cómo suplicaban por vivir.
Aisha me había causado algo diferente, ella era jodidamente particular. La observaba desde tiempo y solo podía contemplar ese bello rostro en expresión de súplica.
Era tan pura, tan perfecta. Me fascinaba esa clase de mujer como una víctima.
También sabía todo de su vida; sus padres vivían del otro lado de la ciudad, tenía dos amigos hombres, los cuales podrían convertirse en un escudo contra mí. Además, trabajaba en esa cafetería en el turno nocturno con tres empleadas más. Ella, diecinueve años, ojos verdes y cabello color caramelo oscuro. Una altura privilegiada y curvas perfectas. Su rostro en conjunto, terriblemente angelical pero con un toque de sensualidad en su mirada.
De sólo imaginarla suplicando vivir, lograba extasiarme incontrolablemente.
Un golpe seco en la parte baja de mi cabeza me hizo salir de mis pensamientos.
"Desperta Jimin, tenemos trabajo." Tomó asiento a mi lado, sacando una carpeta de fotografías.
"Rapmon, sabes que en este momento centro mi objetivo en una sola persona."
Él rió por lo bajo, mientras observaba a las futuras víctimas.
"Vamos Jimin, es sólo jugar con estas bellezas, luego nos deshacemos de ellas." Rodé los ojos.
"¿Sabes algo de V?"
"Estaba jugando con una." Colocó un dulce en su boca.
"Bien."
"¿Cuándo planeas matarla?" Amplié los ojos y lo observé.
"¿De quién hablas?"
"De Aisha Hyuk." Expresó.
"Rapmon, no todo es tan ligero. Sabes que yo prefiero el juego previo, no soy como tú."
"Yo también juego, pero prefiero ir a la adrenalina más rápido."
La puerta de la habitación se abrió bruscamente, Rapmon y yo observamos en dirección a ella rápidamente.
Era V. Estaba cubierto de sangre y con la mirada desorientada. Su respiración estaba entrecortada, y una sonrisa se esbozaba por sus labios.
"¿Me necesitaban?"
.....
Aisha:
"¡Diablos! ¡Quema!" Solté la taza de té sobre la mesa.
"No deberías quejarte tanto hermosa, disfruta que hoy tienes el día libre, ¿quieres?" Tomó mi mano y me sonrojé.
Jin era el chico más dulce que había conocido, era detallista en todos los sentidos, y lograba tranquilizarme cuando mis nervios eran extremos.
Estábamos saliendo, pero tanto él como yo queríamos dar un paso más, y seguramente ese momento se acercaba.
"¿Te gustaría salir a cenar hoy por la noche?" Sus ojos eran tan encantadores que lograba ruborizarme.
"Me encantaría." Sonreí.
"Perfecto. Paso por tí a las nueve." Se levantó de la mesa y besó mi mejilla.
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INSANE (JIMIN)-BTS
FanfictionNo había expresión alguna en su mirada. Simplemente se dedicaba a observar todo lo que hacía.