INSANE (JIMIN)-BTS

2.

El ruido del despertador logró ponerme de mal humor desde el incio del día.

Tenía nada más que recuerdos borrosos de lo que había sucedido la noche anterior, y de aquel hombre misterioso que se había aparecido en la cafetería.

Observé la palma de mi mano al recordar la herida que me había causado vajilla rota. Estaba sanando, pero aun la herida estaba algo abierta. Me levanté de la cama, sintiendo como el cansancio recaía sobre mi espalda. Y caminé hacia el baño. Luego de una ducha, vendé mi mano con un paño esterilizado y bajé las escaleras para ir a la cocina.

Un desayuno simple, unos cereales y directo a la universidad.

Mi rutina era simplemente esa. Durante la mañana estudiaba ciencias económicas en la universidad, durante la tarde estudiaba o dedicaba mi tiempo a cosas relacionadas a ello, y por la noche trabajaba en una cafetería para poder pagar mis gastos.

Definitivamente una vida bastante estresante, pero ya me había acostumbrado al ritmo del día a día.

Tomé mis libros y mi bolso y salí apurada hacia la estación de tren. El viaje no fue muy tardío ya que ese medio de transporte me permitía llegar en menos de un suspiro.

.....

"Ai, ¿Cómo te fue en el parcial?" Una voz muy familiar me hizo esbozar una sonrisa.

Volteé alegre. "No tan mal como a tí, Suga. " Bromeé pellizcando su hombro.

Su nombre era Min Yoon Gi, pero todos le decíamos Suga, así le gustaba que lo llamáramos.

"Aisha, sabes que no me puedes superar." Acomodó su cabello hacia atrás y yo reí en forma de burla.

"¿Es un discurso que practicas todos los días para auto convencerte de que esa fantasía es real?"

Ambos reímos y sentí como repentinamente me elevaban sosteniéndome de la cintura.

"¡Estás más pesada de lo común!"

"¡Ni te atrevas a repetirlo, Jungkook!" Chillé hasta que decidió soltarme.

Jeon Jung Kook, o apodado Jungkook, era mi segundo mejor amigo, junto con Suga. Amos éramos el trío inseparable.

Decidí no comentarles nada respecto a lo de la noche anterior ya que honestamente me resultaba irrelevante. Ellos estaban siempre para alegrarme el día, lo eran todo.

"¿Van a ir a visitarme a la cafetería?" Hablé entusiasmada.

"No creo que podamos Ai, estamos muy atrasados con el proyecto del lunes."

"De acuerdo. Suerte, tengo que irme." Los saludé con un abrazo a ambos y me retiré de la institución.

El regreso a la cafetería me generó un fuerte estremecimiento, tan solo de recordar todo lo de la noche anterior.

Abotoné mi uniforme y recogí mi cabello hacia atrás como diariamente lo hacía y esperé junto con Lesly y Erin a que los clientes comenzaran a ingresar.

La velada lograba agobiarme, tratándose de un servicio tan tedioso como servir, entregar, y tomar órdenes una y otra vez, no había otra opción que tener las ideas colocadas y concentrarse.

Todo se mantuvo tranquilo hasta el horario de finalización. Erin estaba preparando el último revuelto de huevos y yo sirviendo el último licuado de mango de la noche. El sonido de la campanilla volvió a escucharse y la observé a mi compañera.

"Ni se te ocurra irte como anoche Erin, es solo un cliente más." La fulminé con la mirada y ella asintió mientras daba unas vueltas con la sartén.