DESOLACIÓN

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"Aquí Ransome, informando a la directiva. Ya hay que ser cabrones, ¿eh? Os fui leal y vosotros, pandilla de agarrados, me habéis dejado colgado. Os iba a conseguir el hallazgo de vuestras vidas. Estaba dispuesto a arriesgar mi vida por la compañía. Podría haber empleado un equipo especial para hacerme con el espécimen y todos habríamos salido ganando. Apollo ha cortado todas las comunicaciones. Ninguno de los técnicos del centro Apollo contesta mis mensajes. ¡Nos vamos a morir todos, hijos de puta! ¡Lo habéis echado todo a perder! Que os jodan a vosotros y a vuestra compañía! ¡Que os den por culo!"
9 de diciembre de 2137
. . . . . .

~ RIPLEY ~

Por fin la Torrenz había dado señales de vida después de llevar aquí... no sé, ¿diecisiete horas luchando por sobrevivir? Entre humanos desesperados, androides asesinos y sistemas que ni funcionaban. Bueno, al menos Verlain no los había dado por perdidos a la primera oportunidad y se había largado dejándolos a su suerte. Después de alinear las antenas a mano, por fin escuchó algo de interferencia y luego pudo establecer contacto.

— Torrez, Torrenz. Aquí Ripley desde la estación ¿me recibes Verlain?

— ¿Ripley? ¿Qué demonios está ocurriendo ahí?

— Nada bueno, Torrenz. Hay un organismo alienígena. Es letal. Solicitamos extracción urgente.

— ¿Un qué?

— No tengo tiempo de explicarlo ¡Por favor Verlaine!

— Bien, pero no podemos atracar en ninguna parte. La estación se está desacoplando de su atraque gravitatorio. Pero he visto una lata forma de remolque bajo la terminal espacial, aunque el corredor de la Torrenz no es compatible. Intenta extender los ganchos de la plataforma de remolque hacia la estación.

— Vale, lo haré. Tomad posiciones.

Ripley había juzgado mal a todos los empleados de la compañía. Verlain no era así. Por un momento pensó que al mencionarle lo del alien la capitana de la Torrenz se echaría atrás. Al fin y al cabo, aquel organismo era un peligro para todos los habitantes de la Sevastopol, no digamos ya el universo entero.

Ahora entendía a su madre, lo que había vivido, por lo que había luchado. Aún así estaba tan feliz de oír que aún les quedaba una posibilidad de salvarse que debía compartir la noticia con alguien.

— ¿Ricardo? Ve preparándote, nos vamos — le dijo ella feliz por el comunicador

— Lo mejor que he oído en semanas. Rip, nos... augh...*

— ¿Ricardo? Ricardo, ¿me recibes?

¡Oh, Dios! Seegson seguro le había hecho algo al pobre de Ricardo los de Seegson, si estaban rondando por allí... después de todo lo que había pasado y arriesgado junto a ella. Al regresar a la terminal de comunicaciones, todo estaba muy tranquilo, demasiado. Sacó el detector de movimiento para asegurarse y entonces el techo de la sala pareció colapsar...

— No... otra vez, no Dios...

* * *

~ VLAD ~

— "De nuevo aquí. De nuevo dominando el hábitat que me pertenece...."

No hacía mucho estaba intentando encontrar una entrada, cualquiera que fuese esta, no importaba. No creo que ninguno de mis congéneres alguna vez viva lo que yo.

EL EMPALADOR SILENCIOSODonde viven las historias. Descúbrelo ahora