Evelasting

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El amor creció y floreció.

Llevaban saliendo por lo menos cuatro meses donde el secreto de su amor no llegó a los oídos de los padres de MinSeok. Se encontraban cada vez que podían que por lo regular era casi todos los días incluso el muchacho rico conoció a Lay y también se hicieron amigos aclarando el error de aquel beso que nunca pasó entre Yi Xing y JongDae.

MinSeok también aprendió de la calle porque JongDae se aseguró de enseñarle un poco de su día a día de su vida para asegurarse de que MinSeok no se arrepintiera de la decisión que había tomado. Pero MinSeok sólo terminó por convencerse que la gente que menos tenía era la que más daba.

Justamente se hallaban en un Feria de Diversiones, ambos de la mano, y el pianista sonreía como nunca, los colores de la feria y todos los juegos de atracción se reflejaban en esos hermosos ojos felinos.

—Esto es tan hermosos Dae —sus labios en M besaron los de su novio —. Mis padres nunca me llevaron a un lugar para divertirme mis padres querían que madurara muy rápido para no tener que preocuparse por mí.

Su rostro entristeció. JongDae lo tomó de su mentón y le besó.

—Conmigo no te volverás a sentir solo.

MinSeok miró a su novio y el sentimiento y la sensación que habitó su pecho era indescriptible, hizo más fuerte el agarre en sus manos.

—Yo te enseñaré muchas cosas. ¡Mira algodones de azúcar! Te compraré uno.

Parecían niños felices corriendo de un lugar otro, siendo ellos mismos.

—Esta muy delicioso —el muchacho de ojos felinos e inocente rostro le dio una mordido a su algodón.

—¿Sabes qué hacen las personas enamoradas en un parque de diversiones? —JongDae preguntó.

—No, ¿qué hacen? —contestó con una linda expresión en su rostro.

—Suben a la Rueda de la Fortuna —la señaló.

MinSeok vio donde su novio señalaba, un gran juego mecánico que imponía, pero el muchacho no era miedoso a las alturas, subieron a la Rueda de la Fortuna y el juego se dedicó a hacer su función, todo en las alturas parecía tan atractivo, las casas parecían más pequeñas incluso los edificios parecían casi alcanzables y justo en la tercera vuelta el par de enamorados quedó arriba después de que la Rueda se detuviera por unos instantes para darle romanticismo al caso.

—Es una vista fascinante —el muchacho millonario posó su cabeza el hombro del alto.

—Sabes Minnie, los enamorados también hacen esto —tomó el mentón ajeno y le depositó un tierno beso en sus suaves labios.

MinSeok cerró los ojos y se dejó llevar por aquel encantador beso.

—Te amo —pronunció el de sonrisa felina.

—Yo también Dae —correspondió con un tenue susurro.

Cada uno analizó sus palabras y se dieron cuenta de la sinceridad y fervor que llevaba cada letra. Y un nuevo beso los acompañó.

MinSeok regresó a casa con un enorme oso de peluche a pasos silenciosos, había escapado de su casa por la ventana, una vez en su habitación abrazó al oso de peluche cayendo en la cama con él, se sintió afortunado de tener a JongDae como novio. JongDae se había ganado aquel peluche en tiro al blanco para regalárselo a su querido novio, a su MinSeok.

—Te amo mucho Dae.

Expresó cuando ya estaba a punto de dormir vestido con su pijama preferida y abrazando a su peluche preferido.

Calles y Canciones ♪ ChenMin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora