Quien diría que me iba a terminar enamorando de mi salvador. Sam Winchester.
Yo solo era una chica común y corriente que se adentro a un mundo desconocido donde aquel cazador de ojos verdes y hoyuelos está destinado a salvarme.
Narra Thomas: Bajé las escaleras de mi casa apresuradamente, había escuchado ruidos muy fuertes, como si se tratase de una explosión, corrí en busca de mi mamá al estar en la planta baja -¿Mamá?-llamé asomandome por la cocina -¿Thommy?-la oí, estaba buscandome, salí de donde estaba y me dirigí al living. -¡Mamá!-chillé abrazandome a sus piernas, pues tenía siete años y aún era pequeño por lo que le llegaba a la cintura-¿Qué pasó?-unas lágrimas resbalaron por mis mejillas -pequeño-se bajó a mi altura-todo esta bien-me rodeó con sus brazos-solo...-suspiró triste, miró por sobre su hombro y luego a mi-necesito que me hagas un favor ¿Lo haras?-asentí efusivamente -si, mami-murmuré, me tomó en brazos y me llevó hasta la habitación de mi hermanita, ella tenía cuatro años, me dejó en el piso y se sentó en la cama -pequeña-murmuró moviendola un poco para despertarla -¿Mami?-balabuseo aún con los ojos cerrados -Isa, ¡Despierta!-acarició su mejillita -¿Qué pasa mami?-preguntó con un poco de dificultad -necesito que te quedes con tu hermano-mi mamá se giró a verme con angustia -mami, no entiendo-dije confundido, mordió su labio inferior y se acercó a mi, se agachó para estar a mi altura sujetandose de mis brazos cuidadosamente -necesito que cuides a tu hermanita, ¿Está bien?-acarició mi cabello dulcemente -no quiero dejarte-dije al tiempo que mis lágrimas hacían acto de presencia, ella al notarlo me abrazó por lo que me aferré a su cuello
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-Thommy, ¿Recuerdas que decías que querías ser como papá y el tío Dean?-preguntó separandome de ella para que la vea, asentí pasando la manga de mi piyama por mis mejillas para secarlas.-bueno, ya es momento para que seas como ellos, necesito que cuides de Isabella, ¿Está bien?. -pero tengo miedo-admití -no tienes por que temer-besó mi frente-eres un Winchester, eres fuerte, no lo olvides pequeño-dijo para luego volver a abrazarme, pude escuchar como se le escapaban sollozos, estiré mis manos por su espalda acariciandola -no llores mami-animé -tienes razón, solo es que estas tan grande-sorbió por su nariz para luego limpiarse las mejillas, se levantó, tomó la mano de mi hermanita y la mía para luego llevarnos a mi habitación, se soltó y abrió mi armario corrió las perchas, se giró para vernos -entra Thommy-alentó, asentí metiendome dentro del mueble, mamá sujetó en brazos a Isa y la sentó sobre mis piernas, acomodó las perchas para que nos taparan un poco-prometo, volver-besó nuestras cabecitas y cerró el armario. -tengo miedo Thommy-murmuró mi hermana escondiendose en mi pecho, la apreté a mi con la vista fija en las puertas frente a nosotros -no tienes que temer, ¡Estoy aquí!-murmuré Me desperté sobresaltado, sentandome en mi cama, pasé una de mis manos por la cara quitando el sudor que tenía en la frente y en las mejillas, no, no era eso, son lágrimas, odio este sueño, es un recuerdo que se repite una y otra vez. Decidí no dormir más, por lo que me levanté y me cambié rápidamente para luego bajar. Todo estaba a oscuras hasta que entre a la cocina, la luz se encendió escandilandome hasta que logré acostumbrarme, pasé las manos por mis ojos intentando ver quién era -¿Ti...Dean?-pregunté nervioso, casi meto la pata -hola chico-dijo girando en dirección a la heladera para luego sacar una cerveza,la extendió hacia mi-¿Quieres?-negué con la cabeza-¿No puedes dormir? -no es eso-me senté en la mesa apoyando los codos en la superficie de madera para luego a su vez tapar con las manos mi rostro-fue mas bien una pasadilla-murmuré-muy recurrente -si, te entiendo-se sentó frente a mi dejando la botella a un lado-tengo de esas todo el tiempo-se pasó una mano por el cabello de forma nerviosa-¿Quieres hablarlo?-sugirió -yo... uh...-miré mis manos sin saber que decir-¡Está bien!-suspiré-era un niño y me despertaba por un sonido muy fuerte, en ese momento creía que era de una explosión, ahora sé que es el disparó de un arma. Bajo las escaleras buscando a mi madre, cuando la encuentro, estaba asustada y nerviosa, algo no iba bien, no había visto a mi padre por ningún lado, me pidió que le hiciera un favor, acepté y me llevó a la habitación de mi hermana -¡Espera!-me interrumpió alzando su mano abierta en mi dirección, frunció el ceño-¿Tienes una hermana?, levanté una ceja incrédulo -de todo lo que expliqué ¿Me detienes para preguntarme eso?-pregunté incrédulo, el castaño se encogió de hombros para luego darle un sorbo a la bebida alcohólica.-y si, tengo una hermana menor se llama Isabella-informé con fastidio -puedes seguir-murmuró -bien... ah...-me aclaré la garganta-llegamos a la habitación, mi mamá despertó a mi hermana y me pidió que la cuidara hasta que ella volviera, recuerdo, que lloré estaba muy asustado y se lo hice saber, mi mamá me dijo que no tenia que temer, luego besó mi frente y nos llevó a mi habitación donde nos escondió en el armario, ahi es donde me despierto-terminé mirando un punto en la pared. -wow... esto... no es una pesadilla normal o ¿Sí?-preguntó
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-tienes razón no es una pesadilla, es un recuerdo-mordí mi labio inferior. -lo siento, se que no es fácil-admitió .... Narra Eli: Tanteé la cama, aún con los ojos cerrados, fruncí el ceño al no sentir a Sam, me senté soltando un bostezo y giré hacia donde debería estar mi novio, lo único que encontré fue la sabanas arrugadas, suspiré, levantandome, decidí ducharme y cuando estuve lista bajé las escaleras, justo en ese momento se abrió la puerta dejando ver a Sam junto a Thomas, ambos vestían ropa deportiva y se encontraban sudados, arrugué mi nariz con asco provocando la risa de mi novio. -¿De que te ries, Alce?-pregunté divertida -de tu gesto-sonrió, rodeé los ojos -¿Ve a ducharte quieres?-pregunté con una pequeña sonrisa-¡Apestas! -¡Oh!, ¿No me daras mi beso y abrazo de los buenos días?-bromeó extendiendo sus brazos y acercandose unos pasos -¡No aléjate!-dije estirando mis manos para que no me toque, ellos no habían dejado de reír.-que malo eres-puse puchero como una niña chiquita -sabes que solo bromeó-mordió su labio inferior intentando ocultar su sonrisa-iré a ducharme-corrió por las escaleras rumbo al baño -¡Buenos días, Thom!-sonreí saludando al rubio ya que con lo de Sam no pude decirle nada -¡Buenos días, Eli!-me devolvió la sonrisa-¿Cómo estás?-guardó sus manos en el pantalón -¡Muy bien!, ¿Y tú?-pregunté curiosa-estas un poco decaído-fruncí el ceño -si, no dormí bien-formó una mueca con sus labios -¿Pesadillas?-cuestioné levantando ambas cejas -Sí-murmuró, lo segundo que pasó no lo vi venir, Thomas me abrazó fuerte tomandome de sorpresa, normalmente lo hubiera apartado, pero no lo sentí correcto, en su lugar rodeé su espalda baja con mis brazos-¡Lo siento!-se disculpó separandose, aunque yo no rompí el abrazo. -no, está bien-observé sus hermosos ojos verdes-supongo que lo necesitabas-me encogí de hombros, el asintió tímido -claro, a él si lo dejas abrazarte todo sudado-recriminó mi cuñado apareciendo desde el final de las escaleras -¡Tú callate!-dije divertida-me abrazó de sorpresa-justifiqué -mi culpa-rió el chico junto a mi -tenemos reunión en unos minutos-aviso el mayor, antes de meterse en la biblioteca -iré a ducharme-dijo Thomas antes de desaparecer por el pasillo, suspiré y decidí bajar a desayunar.
