Quien diría que me iba a terminar enamorando de mi salvador. Sam Winchester.
Yo solo era una chica común y corriente que se adentro a un mundo desconocido donde aquel cazador de ojos verdes y hoyuelos está destinado a salvarme.
Narra Eli: -¿De que quieres hablar, Dean?-pregunté cuando estuvimos los tres reunidos en la biblioteca, aprovechando que Thomas se encontraba duchandose. -¡Tengo un caso!-volteó la computadora para mostrarnos un artículo del diario, Sam lo acercó a nosotros para poder leer, según lo que pude entender habían encontrado un cuerpo desgarrado y sin corazón. -¿Hombre lobo?-preguntó el menor para luego devolverle la laptop a su hermano. -exacto-asintió-¿Lo tomamos? -si, por que no-giré a ver a mi novio-¿Tú que dices, amor? -pues, que si-miró por sobre su hombro unos minutos-pero hay un problema -¿Cuál?-cuestionó mi cuñado con el ceño fruncido -Thomas-dijo obvio -Eli, tu te quedaras-arregló el mayor -¿Disculpa?-levanté una de mis cejas molesta -alguien tiene que quedarse con el-apoyó Sam -¡Sam!-chillé indignada-¡Son unos idiotas!-me levanté de dónde estaba dispuesta a encerrarme en mi habitación -¡Ey, espera!-el castaño sujetó mi mano para que no me pueda ir-no te enojes-imploró -no, si voy a saltar de la alegría-dije con sarcasmo -Eli, el chico no sabe sobre nuestro trabajo-recordó mi cuñado-no podemos llevarlo-suspiré, el tenía razón -¿Saben que?, tienen razón-miré mis pies avergonzada-me quedo -¿Sigues enojada?-Sam me miró algo preocupado, me puse de puntas de pie tomando las solapas de la camisa del menor y lo atraje hacia mi besandolo -¿Eso responde a tú pregunta?-pregunté al separarnos -eso creo-sonrió .... Narra omnisciente: Eran las doce de la noche, las calles en aquel lugar se encontraban desiertas, no había ningún sonido excepto el de los pasos de aquel chico por la acera, miró por sobre su hombro, verificando que no lo siguieran, caminó un poco más hasta que estuvo bajó un farol en una esquina del desolado parque. Hubo una explosión en uno de los faroles continuos, alertando al muchacho. -¿Hazel?-preguntó mirando a su alrededor -el mismo-habló un hombre con un ligero acento escocés, su vista se clavó en uno de los árboles más cercano a él, salió un chico de su misma edad con la cabeza gacha, hasta que estuvo enfrente,levantó la mirada-¿Por qué me llamaste?-cuestionó el ser alado mirando a su alrededor -se que hablaste con mi madre-fue directo al punto -¿Tú madre?-preguntó confundido, el ángel se tomó el tiempo de examinar al rubio-tu no eres de este tiempo-notó algo sorprendido -¡No!-sonrió amargamente-pero eso no importa. -oh, claro que importa-gruñó el ojiazul-¿Quiénes son tus padres?-el ojiverde no pudo evitar rodar sus ojos con fastidio -ya te dije que no importa-repitió comenzando a perder la paciencia, Hazel frunció sus labios pensando -¡Ajá!-gritó con una sonrisa en sus labios-eres hijo de... -¿Winchester?-levantó una ceja-si, ¿Contento? -ahora ¿Por qué estoy aquí?-repitió el ángel -como te decía, sé que hablaste con mi madre y sé que sabes que yo soy importante para el cielo y el infierno-explicó-pero necesito que guardes el secreto, ellos no saben nada -no diré nada-prometió-¿Puedo preguntarte algo? -¡Adelante!-el rubio metió sus manos en los bolsillos de su gabardina negra -¿Por qué estás aquí?-preguntó curioso -debo impedir algo-miró hacia otro lado -y eso es...-el ángel espero que el ojiverde respondiera -no puedo decirte, debes saber que las personas no pueden saber del futuro, es peligroso-dijo seriamente -¿Cuál es tu nombre?, te preguntó porque tu sabes el mío pero yo no sé el tuyo-frunció el ceño -Thomas-pronunció. -¿Necesitas algo más?-preguntó el ángel -no, solo no te interpongas en mi misión-el ojiverde lo miro muy seriamente, casi como si quisiera matarlo con la mirada.
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Un humo verde lo envolvió , cuando el angel divisó que el chico ya no estaba también se fue.
Narra Eli: Los chicos se habían ido casi corrieron en el minuto en que la supuesta reunión terminó, así que pues estuve todo el día con Thomas, estuvimos conociéndonos un poco más. Me levanté de la cama, ya había dormido suficiente, miré el reloj en el mi celular, eran las siete de la mañana, me arreglé y bajé, Thomas aún dormía por lo que me dispuse a preparar café, el molesto pitido sonó indicando que ya estaba listo, por lo que tomé una taza y me serví de la bebida oscura, le agregué leche para luego darle un sorbo -¡Buenos días!-levanté la vista encontrandome al rubio -¡Buenos días!-deposité un beso en su mejilla-¿Cómo dormiste?-pregunté tomando de la mesada un plato con galletas y colocandolo sobre la mesa. -bien-sonrió para luego tomar del café que se había preparado-¿Dónde están Sherlock y Watson?-preguntó haciendo referencia a los hermanos -pues...-¿Y ahora que le decía?, no se me ocurría nada creíble-se tomaron unos días fuera de la ciudad-mordí mi labio inferior esperando que lo crea. -¿Y se fueron sin ti?-levantó una ceja sin creerme -no soy buena con las mentiras, ¿Cierto?-bromeé -¡No!-rió-es fácil saber cuando mientes-me señaló con la taza, ahora fui yo quién levanté la ceja -¿Enserio?-pregunté -si, te muerdes el labio, después de mentir-admitió -no lo había notado...-dije para luego tomar de mi café-¿Y tú? -¿Yo qué?-preguntó sin entender -¿Cómo se que mientes? ¿Qué es lo que te delata?-lo miré detalladamente -nada...-mordió ligeramente su labio inferior haciéndolo pasar como algo normal, abrí mis ojos impresionada -¡Tú haces lo mismo!-chillé atónita -¡Me atrapaste!-bromeó
