Capitulo 4

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Capitulo 4

Nicholas caminaba a través del parque cubierto de nieve, sin saber qué hacer ni a donde ir.

A su lado, las personas paseaban tranquilamente, algunas dirigiéndose hacia las tiendas de los alrededores, sin duda obteniendo lo que necesitaban antes del día de navidad, y algunas simplemente cuidaban de sus niños que hacían muñecos de nieve con formas y rostros variados.

Nicholas había dejado el departamento de Leif más temprano ese día, cuando él y Derrick aun habían estado durmiendo, con solo una nota sobre la mesa de café en la sala de estar.

No sabía porque, pero el haber escrito "Gracias por todo. Feliz navidad." se había sentido muy vacio y deprimente, pero era lo mejor que se le había ocurrido en el momento. De alguna forma, sabía que un "me voy porque me haces sentir cosas que no había sentido antes" era muy osado y desesperado, por lo que simplemente había tomado el camino del cobarde.

El había sopesado la opción de quedarse hasta que Leif y Derrick despertaran, pero no se había creído capaz de enfrentar a Leif sin dejar ver en su cara la conclusión a la que había llegado en sus horas de vigilia.

En tan solo una cuestión de horas, Nicholas, el elfo que en un par de décadas se convertiría en el nuevo Santa Claus, se había enamorado de un humano.

No sabía cómo había pasado, pero esa era la única explicación que tenia para lo que estaba sintiendo. Desde esa primera vez que había visto a Leif, se había quedado prendido de sus ojos azules, de su risa, de sus bromas, y de la sensación de paz que le hacía sentir cuando estaba a su alrededor.

La sonrisa de Leif hacia que un caleidoscopio de mariposas se asentara en su estomago y creyó que su corazón se saldría de su pecho cuando Leif lo beso.

Sin embargo, por más que hubiera podido ponerle nombre a sus sentimientos, aun así no sabía qué hacer con ellos. Leif era una persona que solo había conocido de un día, él tenía un hijo y había estado enamorado de una mujer, a pesar de lo amistoso que se había mostrado en su departamento, eso no quería decir que le gustaran los chicos ¿Nicholas debió quedarse y hacerle frente a lo que sentía? ¿Debió de haberle dicho a Leif como se sentía?

Nicholas no tenía las respuestas a esas preguntas, y de todas formas ya era demasiado tarde para cambiar el pasado.

Para esas horas Leif y Derrick habrían vuelto a su rutina habitual y habrían olvidado por completo al tonto chico vestido de elfo que le ayudo a comprar un árbol de navidad.

Nicholas hizo una mueca cuando ese pensamiento envió un dolor lacerante a su corazón.

Suspirando y decidiendo que no valía la pena angustiarse por algo que ya no podía cambiar, Nicholas se dejo caer en uno de los bancos del parque, observando como unos niños miraban su traje de elfo y se reían.

Nicholas tenía planeado languidecer sobre el asiento, pensando en lo miserable que sería su vida en el tiempo que transcurriría mientras volviera a encontrar amor por la navidad, pero una persona sentándose muy cerca de él en el asiento derrumbo todos sus planes.

—¿Qué tiene a tus medias enrolladas? —Preguntó el extraño—. No te ves como un elfo muy feliz.

Nicholas se giro para mirar al extraño, notando que era unos pocos centímetros más alto que él, con cabello castaño dorado y ojos grises. Un puñado de pecas descansaba sobre el puente de su nariz sus pómulos. Tenía una expresión un tanto picara en su rostro, y a Nicholas le recordó a los elfos que trabajaban ideando nuevos juguetes en el taller de Santa.

Pasos de Elfo. #LGBTEspañolDonde viven las historias. Descúbrelo ahora