Capitulo 5

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Capitulo 5


—Lo lamento —dijo Kimball mientras miraba a Nicholas con pesar—. Habíamos planeado pasar la navidad nosotros dos solos, pero la familia de Dana insistió en que debíamos ir, al parecer los padres de Dana darán una gran noticia.

—No te preocupes, entiendo perfectamente —dijo Nicholas con una suave sonrisa mientras daba una palmada en el hombro de Kimball.

—Aun así, me siento muy mal —dijo con una mueca apenada—. Nadie debería pasar la noche de navidad solo.

Nicholas tampoco había querido tener que estar solo la noche de navidad, no con sus sentimientos tan revueltos como los tenia, a pesar de que en el pasado estar solo no le había importado. Supuso que se trataba de la distancia y de estar lejos de su hogar, ya que a pesar de que nunca participaba en la festividades de navidad y que no interactuaba con los demás elfos en esas fechas, prefiriendo quedarse en casa, aun así no había podido evitar aislarse completamente de ello. Santa siempre había pasado por su casa antes de partir a repartir los regalos de los niños, la señora Claus siempre le dejaba un plato de galletas de mantequilla y una jarra de chocolate caliente y algunos de los elfos que no lo odiaban del todo dejaban presentes en su puerta.

Él también podía escuchar los villancicos y las celebraciones de los elfos que celebraban otro año de trabajo bien hecho y podía ver las luces que estallaban en el cielo cada navidad a la media noche.

Por lo que si, a pesar de que no se había sentido bien con celebrar la navidad y no le había encontrado el sentido a todo ello, ahora se daba cuenta de cuánto lo extrañaba y cuanto deseaba estar en casa.

—De verdad está bien Kimball, no tienes que preocuparte por eso —dijo Nicholas con un encogimiento de hombros—. La verdad es que no sería la primera vez que paso la noche de navidad solo.

Nicholas entendía la preocupación de Kimball, pero Nicholas iba a estar bien y él en verdad entendía la situación completamente. Kimball y Dana le habían invitado a pasar la navidad con ellos, pero antes de que la celebración hubiera comenzado, los padres de Dana habían llamado, solicitando la presencia de Dana y su novio en la cena familiar. Dana había intentado negarse, pero su madre había sido inflexible, argumentando que necesitaba dar una información muy importante.

Dana lo había invitado a ir con ellos, pero Nicholas no se habría sentido cómodo yendo a una casa en la que no conocía a nadie, por lo que había declinado suave pero firmemente.

Era por eso que esa noche simplemente se dormiría temprano y no pensaría en nada más.

—Cariño, debemos irnos ahora si queremos llegar temprano a la cena —dijo Dana entrando en la cocina.

—Está bien —dijo Kimball hundiendo los hombros en derrota.

—Lo ayudare con las maletas —ofreció Nicholas mientras tomaba las maletas de Dana.

Mientras bajaba las escaleras desde el tercer piso del edificio de apartamentos en el que Kimball, y ahora él dese hace un par de días, vivía, no pudo evitar pensar en lo que estarían haciendo Leif y Derrick en ese momento.

¿Ya tendrían el árbol de navidad decorado? ¿Tendrían todo listo para su cena navideña? ¿Cómo manejarían tener la navidad solo para ellos dos ese año?

Había muchas preguntas en su cabeza, cada una más urgente que la anterior, pero aun así, lo que más se repetía en su mente una otra vez era el deseo de ver de nuevo a Leif, su rostro bondadoso, su sonrisa brillante y sus impactantes ojos azules.

Pasos de Elfo. #LGBTEspañolDonde viven las historias. Descúbrelo ahora