Blanco y Negro [MinJun]

Prólogo

Dos jóvenes discutían como casi todos los días, pero aquel día ya habían llegado demasiado lejos. Aquella pareja  se casó debido a que había un embarazo de por medio, desde entonces ambos jóvenes  trataron de hacer que su matrimonio funcione, pero era inútil, al parecer uno de ellos ya había tomado una decisión.

— Me llevo a mis hijos... — observa la cunera fijamente mientras con su mano acaricia la cabeza de ambos bebés —.

— ¿Estás loco? ¡Sabes muy bien que no puedes hacer eso! ¡Ellos deben crecer con su madre! ¡Y esa soy yo!

—¡Y yo soy el padre! ¡Son míos también! — reclamó el hombre —.

— ¡Son más míos que tuyos! — dijo enfurecida—.

La mujer estaba alterada y no sabía qué hacer, caminaba de un lado a otro por toda la habitación.

— Bien, quédate con ellos pero no lo olvides... Un día volveré y me llevaré a uno de ellos conmigo — amenazó —.

El hombre cogió sus maletas ya hechas que se encontraban sobre la cama y salió de la habitación y de la vida de aquella mujer sin dejar rastro alguno.

Un año después...

— Quédense aquí, no se muevan ¿de acuerdo?

la mujer sentó a sus hijos en una banca del parque dejándolos por un momento solos mientras iba a recoger la pelota que uno de ellos había arrojado un poco lejos de donde se encontraban.

Un auto se estacionó frente a aquella banca y del mismo salió un hombre quien se dirigia hacia uno de los niños. Uno de los bebés estiraba sus brazos hacia él y eso hizo que el hombre lo cogiera entre sus brazos alejándose poco a poco de la banca.
El bebé que había quedado en la banca comenzó a llorar, su madre escuchó su llanto, y corrió lo más rápido que pudo para llegar hacia él.

— Jung Min, ¿¡dónde está tu hermano?!

Los llantos de Jung Min sólo incrementaban más y más, la mujer miró a todo su alrededor divisando así a lo lejos a aquel hombre que una vez le dijo lo que iba hacer y que justo en ese momento lo estaba llevando a cabo. Corrió a más no poder y logró alcanzarlo.

— Por favor, no hagas esto. ¡No puedes llevarte a Min Young! — suplicaba —.

— Ya lo estoy haciendo, ahora por favor retírate y suelta a mi hijo.

— ¡No! ¡Eso jamás! — sostenía los brazos de su hijo fuertemente pero no tanto como para lastimarlo —.

— Quita tus manos de mi hijo por las buenas o haré que mis "amigos" te saquen de aquí por las malas — forcejeó con ella y logró que lo soltara, cerró la puerta del auto — vámonos, conduce, ¡rápido!.

— ¡No te lleves a Min Young! — el llanto de aquella mujer se hizo presente, con pasos lentos se dirigió a tomar en brazos a Jung Min, no dijo ni una sola palabra hasta llegar a su casa-.

En su habitación colocó a Jung Min en la cunera, él no entendía nada de lo que sucedía, solo balbuceaba y veía a su madre llorar con sus grandes ojos.

— Parece que ahora solo seremos tú y yo... — acariciaba a Jung Min, lo tomó en brazos y lo arrulló para que duerma —.

Días después...

— Min Young, mi pequeño... De a partir de ahora vivirás conmigo en Londres, eres mío y único... Recuerda sólo somos tú y yo.

El bebé se había dormido en sus brazos, aquel hombre lo llevaría con él fuera del país por un largo tiempo, lejos del alcance de su madre y de su hermano.

Años después...

[Seúl 03 / 04]

— Feliz cumpleaños a ti, feliz cumpleaños a ti, feliz cumpleaños Jung Minnie ~ feliz cumpleaños a ti — sonrió su madre — ahora sopla las velas.

— Me siento viejo mamá — rió para luego soplar las velas pidiendo un deseo —.

— ¡Pero si aún eres un muchacho! ¡Qué diré yo! — dijo su madre observándolo — bien, ahora pasame tu plato para darte un pedazo de pastel.

— Aquí tienes — se lo dio y luego su madre se lo devolvió con un trozo de pastel en él — se ve delicioso ¿no lo crees Kyu? — preguntó Jung Min a su mejor amigo —.

— Lo está, yo también quiero un poco.

— Aquí tienes Kyu, disfrútalo — dijo la madre de Min entregándole a Kyu un pedazo de pastel —.

— Mm... Está muy rico señora, le quedó de maravilla — Kyu dijo aquello luego de haber probado en una cucharada el pastel de la madre de su amigo —.

— Jajaja tranquilo, come despacio no te vayas a atorar ¡eh!

Jung Min observaba a su amigo y a su madre, él pensaba que era el mejor regalo de cumpleaños que podía  tener era estar junto a las personas que más quería en el mundo y esas personas eran ellos.

[Londres 03 / 04]

— ¡Felicidades! — dijo su padre —.

— Gracias — Min Young sopló las velas —.

— Lamento tener que irme rápido hijo, pero debo trabajar... Espero que la pases bien hoy, nos vemos en la noche — salió rápidamente de la casa —.

Minutos después de que saliera su padre de casa, sonó su celular, alguien lo estaba llamando.

— ¿Hola? ¡Hyun! Sí, mi padre ya se fue ahora mismo salgo para allá, de acuerdo, adiós — colgó y volvió a guardar su celular en el bolsillo de su pantalón —.

— Joven Min ¿va a salir? — preguntó uno de los empleados de la casa —.

— ¿Tú que crees? — respondió desviando su mirada hacia la puerta de su casa — dile a Zan que me aliste mi moto.

— ¿No es muy peligroso salir en moto?

— Won, no pedí tú opinión. Ahora haz lo que te dije — ladeaba su mano para que se marchara a hacer su mandado—.

— Sí, joven enseguida.

Zan, otro de los empleados le alistó la moto, Min Young se subió, se colocó el casco de protección y salió de su hogar a toda prisa rumbo a su destino.