Las estrellas empezaban a adornar el cielo de la noche, advirtiendo que el día acababa.
La semana cultural acabo con un gran final inesperado para Samuel, a partir de ahora Samuel sería amigo del pelinegro. Lo más sorprendente para el castaño fue que tocó una de sus canciones favoritas junto a una persona que le empezaba a despertar intereses en él. Cuando el castaño llegó a su casa después del concierto, se subió a su habitación y se tiró a su cama, pronto empezaría a pensar en lo sucedido del día, no dejaría de pensar en que tocó junto a Guillermo.
Samuel seguía con la mirada perdida en el techo de su habitación, seguía pensando en Guillermo, un golpe en su puerta lo hice regresar a la realidad.
— ¿Puedo pasar, hijo?— Preguntó la madre desde el otro lado de la puerta.
— Claro.— Habló Samuel aún con la mirada en el techo.
La madre al abrir la puerta pudo ver que su hijo se encontraba tirado en la cama con la vista al techo, fue enseguida con su hijo para ver que es lo que le sucedía.
— ¿Pasa algo, Samuel?— Preguntó la madre sentándose al lado de él.
— Algo así, Mamá— Dijo Samuel sentándose .
— Cuéntame.
— Es sobre un chico...
— ¿Te gusta?
— Si, algo así. Pero tengo miedo de salir lastimado como la última vez.— Dijo Samuel desviando la mirada hacia abajo.
— Todos tenemos miedo al intentar una relación, Samuel.
— Pero lo mio es diferente, Mamá, soy un jodido filofobico, eso no me deja ser feliz. Tengo 23 años pero mi miedo es como si tuviera 10 años, tengo miedo a una relación, tengo miedo ha ser lastimado, tengo miedo de las emociones y sentimientos que puedo despertar y que no sean correspondidas, tengo miedo de la sociedad.— Dijo Samuel, sus ojos se empezaron a poner rojos y alguna que otra lágrima se escapaba.
Las lágrimas salían más y más, en ellas se podía notar aquellos momentos dolorosos que había vivido, las lágrimas eran igual de delicadas como una ligera lluvia de primavera. Cada una de ellas vaciaba los pesares del castaño.
— Todo estará bien, Samuel, solo es cuestión de creer que así será.
— Gracias, madre. Trataré de salir adelante.
— Me da gusto escuchar esas palabras, Samuel.
La madre le dio un último abrazo al castaño, finalizando la conversación, la madre salió de la habitación de Samuel. El castaño se paró, cerró su puerta y caminó hacia su cama, se cubrió con las sábanas y durmió como nunca lo había hecho.
(...)
La luz del sol se filtraba por las cortinas de la habitación de Samuel, un rayo de luz dio sobre los ojos del castaño haciendo que este se despertase. Samuel, al abrir los ojos se lastimó un poco la vista por la tenue luz solar. Al quitarse las sábanas se paró de la cama y se dirigió a su armario. Cogió su ropa para ir a la universidad, su ropa consistió en un jeans ajustado de color azul marino, una playera de color negro y unos tenis Nike negros.
Al tener todo la mochila preparada, con cuadernos y libros de las materias que le tocaban el día de hoy, y ya vestido, Samuel bajó de su habitación para ir a la universidad, bajó las escaleras enviando unos cuantos mensajes de texto a sus amigos sobre los planes que podrían hacer el día de hoy. Al llegar a la planta de abajo fue en busca de su madre para despedirse, buscó por toda la casa hasta que la encontró en la cocina.
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Filofobia || Wigetta
FanfictionUna de las fobias más curiosas es la fobia a estar enamorado, o Filofobia. Este trastorno de ansiedad puede tener un efecto en la vida social y emocional de persona que lo sufre. En casos graves, el filofóbico puede no solamente evitar amores potenc...