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La campana sonó, el inicio de un nuevo día de clases comenzaba. Los alumnos del instituto se veían muy animados, felices y entusiasmados, hoy comenzaría la semana cultural. La semana dedicada a distintos eventos llevados a cabo por los mismos alumnos del instituto, se podrían encontrar eventos como baile, pintura, deportes, conciertos musicales, concursos de robótica y muchos eventos más.

Esta semana era la que todo mundo disfrutaba, era la única semana en donde todos estaban desesperados por que diera inicio; a diferencia de la semana de exámenes. La mayoría del alumnado participaba en esta semana de eventos culturales.

Samuel haría una contribución en un baile, después por su propio merito presentaría dos espectáculos de música, un espectáculo sería tocando el violín y el otro tocando el piano. La gente le gustaba que Samuel presentara este tipo de espectáculos, pues el era bueno con los instrumentos.

—Estaré esperando tu presentación, Samuel.— Dijo un chico al toparse con Samuel.

—Gracias, espero verte ahí.

El castaño sonrió, le alegraba que la gente ansiaba verlo tocar. Una de las cosas que lo hacía feliz. Desde pequeño sintió atracción por los sonidos que realizaban dichos instrumentos.

Los eventos tenían un orden, primero exposición de arte, torneos deportivos, concursos de robótica, presentación de manualidades, y de más actividades, pero el baile y los conciertos de música eran hasta el final.

—¡Samuel!.— Pronunció una voz a lo lejos del pasillo del instituto. Esta voz le hizo al castaño salir de sus pensamientos.

Samuel se giró para ver quien lo había llamado, se trataba de su amigo Magnus.

—Oye, Sam, ¿queréis que te ayude con lo de tu presentación de la tarde?

—Magnus, hola, chico, sería muy bueno que me ayudases.

—Ya sabes, para eso son los amigos.

—De verdad si ocupo tu ayuda, al terminar de bailar tengo que prepararme para el concierto, aunque sea el último en tocar necesitaré de tu ayuda para dejar preparado todo.- Al terminar de hablar, Samuel le sacudió el pelo a Magnus en señal de agradecimiento.

Solo eran dos horas de clase para que el festival diera inicio. Las dos horas más largas para los estudiantes.

El castaño estaba muy concentrado en la clase, por nada del mundo despegaba la vista de la pizarra y de su cuaderno. El maestro había dejado una serie de ejercicios, y las primeras cinco personas que terminaran tendrían puntos extras sobre su calificación final y tenían el privilegio de dejar la clase para poder ir a disfrutar de los distintos festivales.

Samuel de una manera rápida contestaba los problemas, le gustaba ser competitivo en todos los ámbitos, las matemáticas se le daban bien, minutos después el sería el primero en acabar y llevar los ejercicios al maestro y como era de esperar de Samuel, todos estaban correctos.

—Te espero en los jardines cerca de la cafetería.— Dijo Samuel a Magnus guardando sus útiles en la mochila, Magnus asintió sin despegar la mirada de los ejercicios.

El castaño salió del salón, sus pasos eran algo apresurados, quería aprovechar el tiempo que quedaba de la clase para poder practicar la coreografía en la iba a participar, los pasos no eran muy sencillos que digamos, en alguna parte de la canción tenía que realizar unas acrobacias.

Al llegar al jardín, el castaño tiró su mochila al suelo, sacó el móvil de su bolsillo del pantalón, puso la canción que tenía que ensayar, dejo el móvil por encima de su mochila y se puso a bailar.

Filofobia || Wigetta Donde viven las historias. Descúbrelo ahora