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La chica castaña cuelga un pequeño ángel de peluche en el árbol de Navidad.
Vermouth la mira desde el otro lado de la cristalera de la agencia de su padre. Con un cigarro casi consumido en sus labios.
Se pregunta si Mouri es consciente de que se está colocando a ella misma en ese cutre árbol. Ese trozo de plástico que necesita luces de colores para brillar —las cuales, a juzgar por su aspecto barato, se apagarían en unos días—, mientras, con suerte, Ran siempre tendrá su sonrisa para iluminar el universo entero.
Mírala. Ajena al frío que hace fuera. Disfrutando una típica tradición familiar como si fuera la primera vez que la vive. Riendo con ese niño y su progenitor como si nadie en el mundo quisiera hacerles daño.
Ojalá un día deje de tenerle miedo a la extraña mujer que hay frente a su casa. Porque ella cada día tiene más miedo de quedarse sola. Y sólo Ran la salva. Sin mirarla siquiera. Su mera existencia era suficiente; riendo, llorando, viviendo, la salva a través de un cristal.
Un cristal intacto en comparación con su propia alma.
Una vez el tabaco llega a su fin, Vermouth lo retira de sus labios, lo tira al suelo y lo pisa.
Suspira.
Eros podría haber tenido más cuidado lanzando sus flechas.
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sí, eso es todo. es cortito pero a mí me gusta~ ( u u)
181221 apenas he encontrado forma de salvar esto.
no es que sea malo, es que estaba ??? como muy descuidado, en su versión original. para lo mucho que me gustaba (y me sigue gustando como ship platónico ya que ejem, ran es menor) podría haberlo hecho mucho mejor cuando lo escribí por primera vez.
