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—¡Mira mira Derek!—Obedecí girando levemente la cabeza, estábamos en un parque cerca de la casa de Stiles.

El se encontraba sobre mi regazo sentado, mientras me señalaba las mariposas negras que volaban cerca de nosotros.

Mi pequeño novio comía un helado tranquilamente que yo le había comprado mientras se aferraba a mi cuello.

Había hablado con el respecto a mi estado, le explique que yo jamás iba a poder caminar, que jamás haríamos cosas normales como las demás parejas, pero el insistió en quedarse conmigo, el chico se deprimió cuando tome la decisión de separarnos, tanto que su padre vino personalmente al orfanato para suplicarme que volviera con su hijo, quien había entrado en un estado de depresión muy mayor.

Al enterarme corrí -Figurativamente- a verle, encontrarlo pálido enfermo y demás solo hizo que me odiara a mi mismo por hacerle semejante cosa.

Aunque paso algo extraño, los días que estuvimos separados, mi piel comenzó a secarse, mi apetito se fue y un dolor fuerte en el pecho me carcomía. La piel de Stiles se volvió incluso más blanca a la vez que tenía fuertes mareos, no he podido siquiera explicarlo.

—¿Me estas escuchando Der?—Dijo mientras pellizcaba mis mejillas, río cuando intente morderle un dedo.

—Perdón, estoy algo distraído, ¿Que decías?

—Te estaba.. Realmente no recuerdo de que estaba hablando, últimamente me duele mucho los ojos, también el cuerpo, pero se alivia cuando me tocas.

—Tienes trece Stiles, no voy a tocarte más aunque estés de acuerdo.

—Que engreído eres, tienes dieciséis, eres todo un pedófilo.

—No soy un pedófilo Stiles.

—Si lo eres, preguntale a la señora esa que le tapa los ojos a su hijo. —Mire donde apuntaba su dedo, dándome cuenta que si, en efecto, una señora le tapaba los ojos a su hijo mientras le murmuraba cosas no entendibles al oído humano.

—¡Hey, no soy ningún niño de guardería!—Stiles le grito, a lo que ella avanzó más rápidamente jalando al pobre niño con ella.

—¿De que hablas? Ella no te ha dicho nada.

—¿Me estas llamando mentiroso? Te estoy diciendo que esa señora me llamo niño de guardería, deberías ofenderte también, ella te llamó pedófilo homosexual.

Fruncido las cejas mire una vez más a Stiles quien aparentemente seguía indicando por lo dicho. Yo no había escuchando absolutamente nada.

—¿Cariño, te encuentras bien?—Le pregunte a la vez que el me miraba con enojo.

—Yo no estoy loco Derek, no me trates como un animal extinto que oye y ve cosas que no debería ver ni oír.

El Próximo Alfa -Sterek-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora