El Próximo Alfa -Sterek-

15

—Mañana es luna llena Derek. —Erika se sentó al borde de la cama mientras me miraba.

—Lo se.

Mire mis piernas y a la vez mire aquella silla de ruedas que se encontraba en la esquina de la habitación arrumbada. Tal vez debería donarla.

Aun recuerdo la emoción que me invadió cuando sentí por primera vez el

Flashback

—¿Estas totalmente seguro de esto Derek? Vas hacer un hombre lobo, posiblemente el nuevo Alfa, ¿No tienes ningún poquito de miedo?—Isaac me observaba con sus profundos ojos celestes.

Me habían contado todo respecto a ellos, lo que significaba ser un lobo, la manada y la responsabilidad que conlleva ser un Alfa.

Y aunque al principio al miedo a morir y a no volver a ver a mi Stiles me comía vivo seguí con esto, por mi, por Stiles y por Isaac, ya que el también esta metido en esto conmigo.

Thalia me explico que si ella me muerde puede haber una posibilidad de volver caminar, aunque existe una enorme posibilidad de que sea un Alfa como ella.

El primero fue Isaac, quien después de todo, y de sobrevivir a la mordida se descubrió que sería un Beta, estaba inconsciente en ese momento, seguía yo y estaba demasiado nervioso.

—Sigues Der. —El apodo me pego recio cuando recordé los hermosos ojos mieles de Stiles, así es, todo es por Stiles por el y nadie más que el.

Thalia se acercó a mi, lamió la parte que posiblemente iba a morder, sentí cuando sus colmillos rasgaron mi piel, también sentí cuando se encajaron en mi cuello, ardió y dolió como jamás imagine, vi mi vida pasar frente a mis ojos, o más bien, la imagen de lo que más me importaba volvió a repetirse.

Era el, con su piel extremadamente blanca, llena de lunares, ojos whisky, pequeño, de cintura pequeña y para su edad trasero grande, sus bellas y largas pestañas hacían juego con sus hermosos y carnosos labios, su largas piernas y su hermoso cabello castaño.

El lo era, lo es, y lo será siempre, mi mayor trofeo en la vida, porque el me amo a mi, alguien que no era nadie y que vivía en un orfanato, alguien con una discapacidad que no le permitiría caminar jamás.

Lo amo, sin duda, me encanta su manera de fruncir el labio cuando no entiende algo en clase, su sarcasmo, lo amo entero, no se, me encanta.

Camine, por primera vez en mi vida y se sintió increíble, no podía dejar de intentar correr, aunque intentaron regresarme a la cama.