Cuatri-Aventuras De Amor | La Venganza

16.

Oh, wow, no lo creo.
Éste es el último capítulo del año, el 2017 fue el mejor de los años en mi escritura.
Muchísimas gracias por las lecturas y votos que le dieron a están novela, son de lo mejor, infinitas gracias y también perdón por dejarle con la duda.
También quiero agradecer por todas las lecturas en la primera temporada, aún no creo te hayamos llegado a los 2k, y que Cuatri-Aventuras cumplió un año, recuerdo muy bien el primer día que subí ese capítulo inaugural, bueno, fueron tres partes pero eso cuenta.
Aunque aún no son las doce quiero desearle un muy feliz año y espero que le 2018 sea un año fabuloso para su vidas.
El 2018 se viene con todo, el final de esto está cerca.

Por favor no se olviden de leer mi otra novela ANNALIA, la pueden encontrar en mi perfil, ella también cuenta con dos temporadas y déjenme decirles que está muy buena.

Por cierto, ROSS LYNCH, el actor que en mi cabeza le da vida a Aurel cumplió 22 años el 29 de diciembre, si no les parece el personaje que le di lo siento mucho, pero amo a ese hombre y quería meterlo en la novela (es el rubio de la portada).

Que tengan un feliz fin de año. Con amor. Tania.

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Max Thunderman no recordaba nada de su vida, era como si le hubieran lavado el cerebro. Sus ojos eran de un rojo escalofriante, su mirada era malévola y fría, lo único que permanecía en su cabeza era el deseo de conquistar el mundo.

Aurel no había intentado nada en contra de Max, no estaba tan loco como para hacerlo en ese momento, Dark Mayhem podría enterarse y eso era lo que le rubio menos quería. Mientras tanto ayudaba a Thunderman y Mayhem a idear el plan final, con la familia Thunderman atrapada sólo debían causar terror. El plan de Mayhem era crear una barrera sobre Metroburgo, esto atraparía a todos lo superhéroes en un mismo lugar, realizado esto sería libre de dominar su primer objetivo: Hiddenville.

Aurel Nowak y Max Thunderman sólo eran peines en su plan, los desecharía en cualquier momento. Hizo malvado a Max porque... Sí. Necesitaría de los poderes del castaño, así que cuando el mundo fuese suyo ya no le serviría.

Después esa conversación con Aurel, la cabeza de Dawn daba vueltas ¿Y si le hizo algo? Todo sería su culpa, Aurel iba a lastimar al que, posiblemente, era el amor de su vida. Bueeno, no nos vayamos tan lejos, digamos que es el primer novio oficial que Dawn Harper tenía, y Aurel no cuenta. Pensar en su relación la hizo recordar que, en pocos días sería su primer aniversario con Max y ellos en un lugar desconocido, él con el cerebro lavado y ella secuestrada. Que maravilla.

...

-¡Ahg! Esto no es posible.- dijo Phoebe golpeando la puerta en donde ella y su familia estaba atrapados.

Fue todo un señuelo, esos odiosos tipos los engañaron y estaba casi segura que la presidenta no estaba enterada. Todo esto era un total fiasco.

-Viajamos tanto sólo para que nos atraparan. Que lindo.- comenta sarcásticamente Nora acomodando su gigante moño morado con brillantes.

Aunque el sarcasmo de su hermana la irritaba, Nora tenía razón, fue largo viaje y todo para eso.

-Al menos estamos juntos.- dijo Billy. El pobre chico recibió una mirada nada bonita de parte de sus familiares. Él simplemente bajó la cabeza y siguió jugando con sus manos.

-Ahora estamos muy mal, ya ni siquiera sabemos dónde están Max y los Harper - comentó su papá.

- Sólo espero que estén bien, mientras debemos buscar la manera de salir de aquí y avisar a la súper presidenta.- dijo su madre, quien por cierto insistió en que Chloe se quedara con Anne y Tom, fue una excelente decisión.

-Mamá tiene razón, debemos salir de aquí cuanto antes.- Habló Phoebe sentándose a la par de Nora.

- ¿Pero cómo?

Ese era el dilema, estaba segura que idearían algo, cinco cabezas preocupadas piensan mejor que una.

...

Aurel no soportaba más, quería ir y abrazar a Dawn, estaba muy arrepentido de cómo la trató, él no era así. Max Thunderman era el único que sacaba su peor lado. Pero se suponía que estaba molesto con ella, si lo hacía ella pensaría que es un bipolar y eso sería una mala jugada.

Anne y Tom estaban preocupados, no sabían nada de los Thundermans, habían salido hace horas y todavía no daban un señal.

- Es raro esto.- dijo la súper presidenta.- Phoebe se habría comunicado.

-Y si les pasó algo.- dijo Tom, pensado lo peor.

-Es cierto, ese Dark Mayhem pudo haber usado alguna artimaña para jugarles una mala pasada.- dijo Anne sin mirar a su esposo y s la mujer morena, estaba pendiente de Chloe, quien estaba sentada dibujando.

- Puede ser verdad pero esperemos un poco, quizá sólo se les olvidó informar.- aunque no lo demostraba, la súper presidenta estaba angustiada.

Thunderman y Electores fueron grandes superhéroes, a ellos no se les olvidaba informar nunca, probablemente Anna Harper tendría razón, algo debió pasarles, Mayhem no es de fiar.

...

¡Sí! Phoebe era un genia, ideó un plan tan brillante que ni el propio Dark Mayhem se lo creería cuando no los encontrase en la habitación.

Así es, luego de varias horas y muchos planes fallidos, Phoebe logró escapar junto a su familia, no había notado la ventana que había en el cuarto, la cual descubrió cuando su padre golpeó la pared. Todos salieron por ahí no sin antes verificar si había o no vigilancia. No había nadie.

Y por supuesto, gracias a sus poderes salir de allí fue muy fácil. Billy y Hank se encargaron de llevar a todos a la liga de héroes, necesitarían refuerzos para esta misión y Hank y Barb tenían varios amigos que podrían ayudarles.

Buscaron a la súper presidenta y le explicaron lo sucedido, ella se indignó, esas personas trabajaron para ella, rápidamente, antes de que pudieran escapar, los mandó a buscar pero ya era tarde, todo su equipo de búsqueda y no estaba. Esos traidores.

Phoebe estabas un poco más calmada, lograron escapar pero aún así no sabían Disney estaban los chicos, por suerte ahora tendrían la ayuda de los demás superhéroes. Ahora la cuestión era saber si estaban o no en Metroburgo.

...

Por suerte para los Thundermans, si, estaban en Metroburgo, sólo que se encontraban en la guarida de Dark Mayhem, la guarida que era invisible.