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Dos horas después

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Dos horas después...

Mi cuerpo estaba frío, demasiado para mi gusto. Hace una hora nos había descongelado y aún me sentía como si todavía fuera una paleta de hielo, nos habían llevado a una habitación sin ventanas, las paredes estaban pintadas de un color azul horrible y el piso esa de madera.

Dicky y Nicky estaban sentados en un rincón del cuarto con la cabeza apollada en la pared detrás de ellos, Ricky, por otro lado, caminaba en circulos por toda la extención del luga mientras hablaba de lo preocupados que estarían mamá y papá, posibles escapes además de que también insultaba repetidas veces a Max por meternos en todo esto.

Yo estaba sentada con la espalda apoyada en la puerta de madera, aguantaba las ganas de gritar y llorar, mi cabeza estaba vuelta un remolino de recuerdos dolorosos, todos de esta noche. Una parte de mi mente decía "Max sólo está siendo controlado por ese suero, él no es así, él te ama" pero la otra parte la contradecía "Max es un villano, son sus instintos malvados, no el suero, sólo eres un estorbo en su plan, nunca te quiso"

-Mamá y papá deben estar volviéndose locos.- dijo Ricky deteniéndose , pero volvió a su recorrido muy pronto.

En mi cabeza imaginaba la preocupación me papá y la desesperación de mamá por no tenernos con ellos.Me levanto rápidamente cunado escucho el sonido de una llave introduciendose en la cerradura de la puerta, segundos después la puerta se abre, Aurel apareció.

-Vaya, vaya, pero si se ven muy bien.- comentó el rubio en forma de burla. Dicky y Nicky lo miraron con odio al igual que Ricky.- ¡Eh! no me miren así, no es mi culpa que estén aquí sino de Max.

-¿qué es lo que quieres?- pronunció Nicky, podría jurar que está tratando de mantenerse en calma y correr y golpear a Aurel.

-Sólo vine a buscar a Dawn, Dark Mayhem dijo que estaría en una habitación separada.

-¡No puedes hacer eso!- le gritó Ricky.- Dawn va a quedarse con nosotros.

-Yo sólo cumplo ordenes de mi jefe, no me obliguen a usar un tranqulizante si me impiden cumplir las tareas.- sacó una especie de pistola de forma extraña de la bragueta de sus jeans.- Muy bien.- dijo cuando mis hermanos se calmaron un poco.- Vamos hermosa.- extendió su mano.

-Dawn..- empezó Dicky.

-Voy a estar bien chicos, se los prometo.- ellos asintieron, pero de todos modo veía ese brillos de preocupación en sus ojos

Me negué a tomar la mano de Aurel y caminé hacia la salida, Aurel me tomó por la muñeca con suavidad cuando estaba a unos centímetros de salir, me empujó con suavidad y cerró la puerta y puso llave.

Puso una de sus manos en mi espalda y me guió hasta el final del pasillo, hasta que estuvimos frente a una puerta de color blanco, la abrió y me hizo entrar, ingresó detrás de mi y cerró la puerta.

-Mi vida.- se acercó demasiado a mi, retrocedí como reflejo hasta que mi espalda chocó con la pared, esto era igual a aquella vez que me besó en escuela, pegó su cuerpo al mío y puso sus brazos a cada lado de mi cabeza, casi parecía que estuviera enjaulada.- No huyas de mi, no te voy a hacer daño.- volteé la cara cuando percibí sus intentos de besarme.- Dawn, yo te amo, confía en mi, nunca te voy a lastimar.

-¿confiar en ti? ¡ja! no me hagas reír, Nowak.

-Lo digo en serio, yo quiero ser el dueño del mundo, pero jamás te lastimaría, no a ti.- sus cejas se fruncían con cada palabra que decía.- Imagina si te hubieras quedado conmigo en vez de con Max, yo te habría hecho mi reina, la chica que gobernaría el mundo junto a mi.

-¡No! yo quiero a Max...

-Pero él no te quiere a ti ¿no ves como se comporta? él lo único que quiere es adueñarse de todo y estar contigo no está en sus planes.

-Eso es mentira, todo es culpa de ese estúpido suero que le pusieron, él me ama, nunca acturía de ese modo, lo conozco.- Aurel me miró negando con la cabeza, pero no dijo ni una palabra.- quiero verlo, trae a Max, necesito hablar con él.

-Dawn, estás en lo correcto, el suero lo está afectando, su personalidad está cambiando y poco a poco se borran cosas de su memoria, no es recomendable que hables con él.- explicó moviendo las manos.

-No me importa, tráelo.

-Está bien, lo intentaré, pero no te prometo nada.- no dijo mas nada y salió de la habitación.

Suspiro y miré a mi alrededor, al igual que en la otra, no hay una ventana, pero al menos hay una cama, una mesita de noche y una puerta que debe ser un baño. Reaccione cuando escuché nuevamente la puerta abrirse. Aurel entró empujando a Max.

-Aquí lo tienes, llámame si tienes problemas con él.- golpeó el hombro del castaño al decir lo ultimo, Max lo miró con enojo. Aurel salió dejándonos solos.

-Max, soy yo, Dawn.- me acerqué a él, no se movió ni un centímetro.

-Sé quien eres.- dijo mirándome a los ojos, sus ojos ya eran los mismos dulces y brillantes que recuerdos, estos trasmitían frialdad y miedo.- no olvidé a mi novia.- rió al decir novia.

Sonreí ignorando su burla y corrí a abrazarlo, él me detuvo cuanto estuve muy cerca.

-No lo creo, linda, no me gustan los abrazos ni ninguna muestra de afecto que puedas intentar.

-Pero Max, tú amas mis abrazos.

-Tal vez eso era antes, ya no.- sus palabras me herían.

Sacudió la cabeza y volvió a mirarme.

-Dawn...- me atrajo a su cuerpo y me abrazó con fuerza, se separó y besó mis labios de forma rápida.- que bueno que estés bien, lamento haberte hecho eso, no sé lo que me pasa.- volvió a besarme, pero esta vez fue más lento, hasta que en un momento se detuvo y alejó de mi.- ¿qué demonios haces?

-Tú me besaste.- le recordé siendo demasiado obvia.

-Eso es mentira, yo no haría algo así.- sus ojos enojados volvieron ¿qué le pasa?

Sale de la habitación sin decir nada. rápidamente entra Aurel.

-¡¿qué fue lo que le hicieron?!- exclamo.

-Su cuerpo está respondiendo mal al suero, ahora mismo está pasando por una crisis de bipolaridad.

-¿qué quieres decir?

-El Max normal vuelve por unos segundos, pero luego es remplazado por el Max malvado y no recuerda lo que hizo mientras actuaba como el bueno.

- Osea que es como si hubiera dos versiones de Max en un mismo cuerpo.- asiente.

-Si, hay que esperar hasta que se le pase, cuando el suero se incorpore por completo en su cuerpo.

-¡entonces será malvado?

-Si, eso creo.

Cuatri-Aventuras De Amor | La VenganzaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora