¡Historias de cualquier tipo!

💍La caída del Reino Champiñón💍 SuperMario

La Princesa Peach siempre era una mujer justa con su pueblo. Se encariñaba mucho con los habitantes. Pero con quien llegó a encariñarse más, fue con Toadette, su fiel consejera.

Y Toadette aceptaba muy bien a la Princesa. Aparte de ser compañeras de "trabajo", eran grandes amigas. La consejera era alegre, y siempre daba el ejemplo a seguir.

Aun así, ella no podía estar mucho tiempo junto a Peach. La gobernante era raptada muy seguido, cosa que ponía en peligro al Reino Champiñón.

Cuando los ataques por parte del Rey de los Koopas se presentaban, ella era la encargada de evacuar a toda la inmensa población del inmenso, pero bello, reino. Todos podían estar a salvo en un lugar alejado de los daños, mientras que los héroes del Reino rescataban a la adorada princesa.

Todos respetaban a Toadette. Ella había luchado mucho para llegar a un puesto tan importante como "la mano derecha" de la Princesa Peach.

Y en una ocasión, el Reino estaba otra vez sin Princesa, así que Toadette intentaba tranquilizarlos. Sin embargo, esta vez era muy difícil permanecer en calma para ellos, así que empezaron a saquear casas y tiendas ajenas.

El Reino se había vuelto un lugar inseguro. Hasta alguien podría decir que era más peligroso que el Reino de Bowser. Y, en un movimiento desesperado, los Toads nombraron gobernante temporal a Toadette.

Sí, Toadette era un ser muy seguro de si mismo, pero eso no significaba que ella estaba lista para asumir la responsabilidad de gobernar un Reino lleno de saqueos y violencia.

Pero, desgraciadamente, no había mejor opción. Así que entró al castillo, se sentó al trono lo más cómodo que el lugar lo permitía, y empezó a pensar que hacer.

Y es que ella sólo era una consejera y organizadora. Era administradora de la mayoría de los negocios autorizados originalmente por Peach, y hacía muchas otras cosas. Pero ser la nueva gobernante era algo que ella no podría controlar.

Ella empezó a reclutar Toads pacíficos y valientes que la ayudaran a mantener la calma en el pueblo. No había muchos voluntarios, pero los que se ofrecían era los únicos buenos del Reino en esa época.

La nueva gobernante, por causas de seguridad, no podía salir del castillo, por más que quisiera ayudar. Los Toads reclutados sólo podían cumplir su deber, o por lo menos, intentarlo.

La pequeña "reina" estaba asustada. Todos lo estaban, pues el miedo fue la causa de la violencia. Y por eso, ella tenía ganas de renunciar el puesto.

Desgraciadamente, la Princesa Peach todavía no regresaba. No había rastro alguno de los héroes del Reino Champiñón, y todo el pueblo estaba frustrado. Toadette intentaba hacer algo, pero su mente se bloqueaba.

Ladrillos con mensajes negativos rompían las ventanas del castillo. Ahora no sólo había heridos, sino que también muertos. Toadette estaba desesperada. Ya ni dormía por miedo a morir en manos de los habitantes.

Y es que, Dios santo, hasta había canibalismo. ¡¿Enserio cambió tanto la vida por una de las mil veces que la Princesa fue raptada?! No tenía sentido alguno.

No había noticias de los héroes y la Princesa. La única noticia relevante era, que el 80% de la población estaba muerta. El otro 15% eran los malandros con más fuerzas.

Todo iba empeorando:

- ¡Gobernante Toadette! – dijo un Toad voluntario, parte del 5% vivo- ¡muchos de nuestros hombres están muriendo! ¿Qué hacemos?

- Llama a los que quedan de inmediato – dijo Toadette, seria como nunca lo había sido- tendremos otra junta.

El Toad fue llamando discretamente a los que eran voluntarios, y los organizó en un cuarto para esperar a la "gobernante". Y cuando ésta entró, todos se quedaron callados.