Capítulo 5.

80 9 6
                                    


Harry




 No puedo creerlo. ¿Por qué me rodeo de gente tan incompetente? Le di una maldita orden, tan fácil como dibujar un sol en la esquina de una hoja, ¡Y el jodido imbécil no puede siquiera cumplirla! No entiendo porque de repente todos se pusieron en mi contra para joderme la maldita existencia, pero ya estaba harto de que todo me saliese mal en estos días. Simplemente ya era suficiente para mí.



 -¿¡Tan difícil era para ti llevarlo a casa y dejarle ahí!? ¡Maldita sea, sólo una cosa te pedí, una cosa, Louis! ¿¡Por qué elegiste el peor día para ser tan inútil!? –Le tomé del cabello con bastante fuerza y jalé a propósito su cuero cabelludo, viendo el esfuerzo que hizo por no gritar de dolor y mantenerse sereno incluso si le había molido el rostro a golpes. Lastima para él que había tenido un jodido día de mierda y justo hubiese elegido aquella oportunidad para meter la pata y convertirse en mi saco de boxeo.




 -Ya te dije que l-o s-iento, H-arry. Tu h-ermano es m-uy t-erco y... -Bufé con molestia y le di otro puñetazo que lo mandó al suelo debido a la fuerza, dejándole tendido en un pequeño charquito de sangre que había formado a su alrededor. Mis nudillos dolían pero seguían picando, lo que me indicaba que aún no satisfacía mis ganas de desahogarme.




 -¿¡Crees que no sé cuán jodidamente irritante puede llegar a ser ese enano!? ¡Por eso mismo te lo encargué a ti, porque sabía que si Zayn lo hacía se dejaría engatusar por la cara de ángel de mi hermano y le dejaría hacer lo que quisiera! ¡Pero no! ¿¡Verdad!? ¡Porque justo hoy tú también decidiste tener corazón y consideraste por un momento lo que mi hermano decía! ¿¡Pero qué coño te pasa!? –Otro golpe, pero esta vez una patada certera en sus costillas, haciéndole retorcer de dolor y luego sangre mezclada con saliva siendo expulsada de su boca a borbotones.




 -Él m-e di-jo qu-e s-e a-ventaría y yo... pensé qu-e t-e e-nojarías aún m-ás si descubrías qu-e había de-jado que se l-astimase –Me detuve de golpe, mirándole expectante mientras que fruncía el ceño hacia su cuerpo tendido en el suelo, con ganas de reírme por lo ridículo que aquello sonaba pero más cabreado con él por fiarse de dicha tontería.




 -¿¡En serio eres tan imbécil como para creer tal cosa!? ¡Joder, te creí más inteligente, Louis! Mi hermano sólo mentía, es demasiado cobarde como para cometer tal acto de estupidez, además de que manipula de puta madre con sus ojos y palabras. Y a eso, ¿¡Quién te dijo que me enojaría!? ¡A mí me vale una mierda lo que le pase a ese jodido rubio teñido! –Mentira. Estaba mintiendo de la forma más descarada posible y en mi voz no había ningún rastro de ello, lo que me hacía sentir aliviado por un lado pero al mismo tiempo el ser más repugnante del mundo por actuar indiferente cuando en realidad sólo quería que ese estúpido que tengo por hermano estuviese a salvo.


 -P-ero... ¿Por qué me mandaste a a-lejarlo d-e e-ste l-ugar? Pensé q-u-e n-o q-uerías q-ue le p-asara algo malo –Tosió débilmente y nuevo líquido rojo remojó el suelo, haciéndome fruncir el ceño ante el asco y al mismo tiempo cabreándome porque odiaba que me cuestionasen. Yo actuaba como tenía que actuar y a nadie debería importarle cómo o de qué manera lo hacía.


 -No puedo creer que en serio estés siendo tan ingenuo en este momento, mierda. ¡Claramente quería alejarlo pero no por una razón tan absurda! ¡Lo único que buscaba era que dejase de meterse en mis asuntos porque si sigue así me costará mucho, y no solo a mí, a ustedes también! –Me agaché a su altura y le tomé fuertemente del mentón, viéndolo temblar como nunca en su vida lo había hecho, quejándose solo con sus ojos porque de su boca solo salían respiraciones forzadas e irregulares, intentando calmar el malestar de todo su cuerpo. Sonreí de medio lado e incrusté a propósito mis uñas en su piel, oyéndole maullar escandalosamente.

Prohibido Amarte -Narry Storan.Where stories live. Discover now