Segunda oportunidad 『YOONTAE』

『Toda historia tiene un final』

El tiempo se volvió un buen amigo de Suga y Tae. Castigo a Kook y Jimin. Les dio tiempo suficiente para sanar heridas y hacer nacer nuevos frutos. Lo que fue un viaje de negocios de un par de meses se volvió uno de 2 años. Lo mismo fue para Tae quien obtuvo una beca para estudiar en el extranjero. Huyeron el tiempo suficiente para tomar fuerzas.

El trabajo termino y Tae se graduó. Volverían solo para cerrar ciclos y así poder comenzar completamente ellos.

El avión aterrizo, Tae moría de nervios, pero no de miedo.

Una vez de regreso en el país la nostalgia les invadió. Suga conducía con una sonrisa ligera en el rostro, Tae admiraba todo desde su asiento, extrañaban lo que fue su hogar. Suga debía pasar primero a su empresa.

—No tardo– dijo Suga al dejar a Tae en la recepción de la empresa.

Entro a su estudio, todo tal cual lo dejo. Solo debía conseguir unos papeles para por fin terminar una composición. Tomo lo que necesitaba y regreso donde Tae. Este le recibió con una sonrisa grande y lo ayudo hasta llegar al coche.

—Necesitamos hablar– La vos tan dulce de su pasado hablo tras ellos.

Tarde o temprano sabían que la escucharían, esta vez no huirían a ninguna parte. Voltearon por inercia ambos. Miraron a Jeon y Jimin frente suyo.

—Por supuesto– contesto con una sonrisa Tae.

Suga se adelantó a subir en el auto. Jimin quien acostumbraba a ir en el copiloto tomo el lugar, mientras Kook y tae compartían los asientos de atrás. El coche comenzó a moverse hasta llegar a un café.

Una vez dentro del local, tomaron asientos. Conversaron por horas, si alguien los mirara no podrían notar nada extraño, solo la normalidad de la que tanto gozaban antes. La atmosfera era buena.

—Nos vamos chicos, tenemos trabajo– Se levanto primero Suga, seguido de Tae.

—No hemos hablado del tema importante– pronuncia Jimin tomando el brazo de su expareja.

—Queremos una segunda oportunidad– esta vez lo dice Kook.

—La tienen...– dice bajo Tae, la luz vuelve a los ojos de esos dos examantes— pueden intentar a volver ser nuestros amigos.

Suga toma de la mano a Tae, quien pronto se vuelve tímido ante el contacto. Los chicos sentados en la mesa los miran molestos. Se miran entre ellos y se limitan a asentir en silencio. Comprende que es nulo su derecho a molestarse. Les lastima, pero a la vez les consuela el hecho de poder seguir junto ellos, aunque sea como amigos. Deben aprovechar esa segunda oportunidad pues no habrá tercera.

Confianza, esa que alguna vez se perdió deberán reunirla de los rincones donde las olvidaron.

Mientras Suga y Tae intentaran volver a comenzar al menos ellos dos, apoyándose el uno al otro. Dándose a sí mismos la segunda oportunidad que tanto merecen.