Mensajes (RoyDami)

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A Jason no le molestaba que Harper estuviese con un nuevo hábito que no fuera autodestructivo o que resultara con él en medio de alguna estupidez enorme, sin embargo las risillas que soltaba con el celular a veces le perturbaban. Sobre todo cuando parecía adolescente enamorado. Cosa que a lo mejor resultaba que era; como fuese, Todd rodó los ojos cuando le lanzó un beso a la pantalla del móvil. Era como el colmo.

— ¿Progresos con Donna? — no podía no interesarse en lo que le sucedía a su amigo. Después de todo por algo se habían reencontrado.

— Eh... — Harper llevó la mirada al techo, a la pared. Al interesante sofá. Jason curvo una ceja. — No. — Contesto al fin, encogiendo los hombros, tecleando algo rápido antes de bloquear el móvil. ¿Qué mierda?

— ¿Qué pasa contigo? — Hood se levantó de su asiento. — Vamos, ¿Quién es la diana de tus conquistas? — bromeo, viendo como Roy se encogía en el asiento y lo evadía. O era algo muy bueno o algo muy malo. Casi aseguraba que era lo segundo.

— No seas tan idiota, Roy. — Jason rodo los ojos, y se le fue encima. Entre juego, para ver de una vez porque estaba tan inquieto su amigo desde hace un mes. El taheño río con ganas, porque sus costados fueron atacados antes de que el objetivo tratara de ser arrancado de sus manos.

— Hey... ¡HEY! ¡Suelta! — Se quejó, escurriéndose por un lado de su asiento para escaparse. Jason quedo medio recostado en el mismo sofá, con una mueca insatisfecha. Su amigo lo vio desde el suelo, rascando su nuca.

— ¿Entonces? — Arsenal parpadeo, como si no le entendiera. — Tú me estuviste jodiendo una vez con una cita. Me. Lo. Debes. — Lo vio morder sus labios. ¿Era tan complicado? Jason se removió en el sofá.

— Prométeme que no vas a delatarme ni matarme.
— A-Ha.
— HAZLO o no te diré nada. — Era como un infante queriendo protegerse. Todd movió una mano para quitarle peso y decirle que sí, sí, lo hacía. Lo prometía o lo que sea. Entonces le fue lanzado el celular. Lo reviso y lo único que vio fue...

— ¿Te mensajeas con el engendro? — ¿Era eso? Su amigo lo vio hacer una mueca extraña o un gesto que le resultaba patético. Roy se giró de nuevo, con una risita petulante. Bien. Eso era más raro. — ¿Qué están planeando ustedes dos? — Porque si Roy de por sí era peligroso, no quería imaginarse como sería con el engendro.

— No planeamos nada. Me veré con él. — Contestó, levantándose del suelo para sacudir sus ropas. Jason desbloqueo el móvil solo para seguir revisando. Ya tenía el celular ¿No? Iba a ver que...

Estaban... haciendo... Ah. ¿Qué?
¡¿Por qué le decía "bebé"?!
Un tic sobre una de sus cejas se instaló y Roy estaba tomando una distancia más o menos segura.
— Ah... Yo puedo explicarlo, Jaybird. Verás, todo empezó cuando... — No, no. No quería saber eso.
— ¡¿Qué pasa contigo Harper?!

El grito aturdió al aludido, quien río con ganas. Jodido desvergonzado.
— ¡¿Qué demonios estás haciendo, ah?! — sacudió su cabeza, sentándose. — Mierda, Roy. Estás enfermo.
— ¡Oye! — se quejó aquel cruzándose de brazos, como ofendido. ¿Era enserio? — No es mi culpa que se haya vuelto tan caliente. — Sí, desvergonzado.

— Bruce va a despellejarte. — Siguió revisando, no era que lo juzgara mucho o que le agradará el engendrito bastado como para meterse en sus asuntos.

— Por eso no tienes que decirlo.
— Oh. Dick va a matarte.
— Jason.
— ¿Sabías qué el engendro era frecuentado por...?
— ¡Jay! — Lo vio sacudir su cabello con una mano, estirando los labios en alguna manera confusa antes de volver a soltar una risilla. — No es un niñito, ¿Sabes? Tiene 16.
— Sí... y tú tienes 34. — Se lo discutió.
— ¿Qué puedo decir? Le gustan con experiencia y manos ágiles. — Se pavoneo con eso.

No muy inteligente que digamos.

— Espera... ¿Qué? —
—. . . ¿Ups?
— Ok. Dick no va a matarte. Yo lo haré.
— ¡Ni siquiera te cae bien!
— ¡Es un adolescente, Roy!
— ¡Qué tiene un cuerpo...! —

Se escuchó el cortar de cartucho de un arma.
Sip.
Corrió por su vida. 

Drabbles / One shot - DCDonde viven las historias. Descúbrelo ahora