°Capitulo 8°

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Sus ojos avellana se abren de impresión y de su boca no sale ni una palabra.

-¿Qué? ¿Por qué? – pregunta confundida después de una largo rato callada.

- Hoy en la madrugada el abogado vino a traerme la noticia que había pedido una visita urgente de parte mía – ella sigue atenta pero no impide que pare de comer, como raro en ella – El señor Clark dijo que era una buena idea ir para así poder “cerrar” – hago comillas – las heridas del pasado.

- ¡¿Y?! – pregunta ansiosa con la boca llena de comida.


- Pésima idea – me limitó a decir y ella suspira cerrando los ojos y pasando toda la comida que tenia en los cachetes.

Parecía una ardilla, una ardilla desnutrida.

Ella es alta y delgada, lo cual no entiendo porque come por un batallón completo, pero ella sigue igual, incluso un poco más delgada, supongo que son genes.

- Rose, se que no te gusta hablar del tema, ni de tu familia ni del trabajo de tu padre, pero creo que es hora de olvidar, hora de pasar página y tratar de vivir con ello si que te sigan haciendo daño – Ele se sienta al lado mío y me abraza por lo hombros – se que no es fácil y menos rápido, pero me tienes a mi para apoyarte y sostenerte si lo necesitas ¿Vale?

Una lagrima desciende por mi mejilla y segundos después la acompañan muchas más, no saben cuanta razón tienen las palabras de Ele, me gustaría demasiado poder hacer lo que ella dice pero algo dentro de mi no me deja, cada vez que pienso en algo de eso automáticamente una presión horrible en el pecho aparece.

Como si me faltara por conocer una parte de la historia, para así finalmente poder superarlo.

- Vamos a dormir ¿Quieres? – la voz de Ele sobre mi cabello me relaja y asiento pasando mis manos por mis mejillas para limpiar las lágrimas, antes de que me pueda parar Ele toma mi cara entre sus manos y me mira a los ojos – Eres más fuerte de lo que crees, vas a poder superar esto.

Seguido me da un beso en la frente de modo maternal y se dirige a la cocina para llevar las tazas y los platos, aún con comida, oh bueno, por lo menos los míos.

Una vez que las dos estamos acostadas en la cama cada una se acomoda y apago la luz.

- Buenas noches Ele – me despido cerrando los ojos.

- Buenas noches Rose, que tengas lindos sueños – eso espero.


A la mañana siguiente me gustaría despertar como una chica normal, con olor a desayuno recién hecho, los pájaros cantar y esas cosas, no con olor a comida quemada y gritos de Ele pidiendo el extintor.

Si, no son mañana normales, pero así me gustan.

Me paro de la cama para irme a arreglar para la universidad, esta noche no he tenido pesadillas, lo cual me alegra un montón, con una sonrisa de oreja a oreja bajo hasta la cocina donde Ele , al parecer, pudo apagar el sartén y ahora esta botando la “comida” que había hecho.

- Eso parece carbón – es lo primero que digo cuando llego a su lado tratando de no reírme.

- Tu, te callas – toma el sartén quemado para luego tirarlo a la basura.


Genial, me toca comprar sartén, otra vez.

- Anda vamos, te invito a desayunar – le digo a Ele cuando me doy cuenta que ya esta cambiada y lista para irnos.

Ella asiente como niña pequeña y nos vamos a mi auto, nos parqueamos fuera de una pequeña y hermosa cafetería a unas cuadras de la universidad, siempre venimos aquí cuando Ele quema el desayuno.

- Buen Día chicas – nos saluda la mesera - ¿Ya saben que pedir?

Ele y yo asentimos – Yo quiero unos huevos con tocino, un jugo de naranja, un café con harta leche, dos panes de esos que acaban de salir – señala la puerta del horno de panes donde, efectivamente, están sacando bandejas llenas de pan – también quiero un Cupcake de mora azul y nada más por el momento, gracias – mi amiga sonríe abiertamente pasándole el menú a la chica que anota divertida.

Les dije que ella comía mucho.

- Yo quiero un jugo de mandarina, un pan de los mismos que ella pidió y unos huevos solos, por favor – la chica anota y luego se va a pedir nuestros desayunos.

- Y ¿Cómo te fue con Evan? – Ele recuerda mi salida con aquel chico.


Yo suspiro agotada de tan solo pensar en esa noche y le comienzo a relatar desde la llegada puntual hasta el altercado con Erica y mi dolor de cabeza.

Ella no interrumpe ni cuando llega nuestro desayuno, ella comienza a comer encantada mientras hablamos de cualquier cosa.

Cuando las dos acabamos, como es costumbre, pago yo, para luego irnos a la universidad, cuando llegamos, nos bajamos del auto y vamos directo a la entrada principal.

No me jodas

En la puerta principal de la universidad se encuentran Erica y Evan besándose y dando un show a los demás estudiantes.

Él se separa de Erica y sus ojos conectan con los míos cuando pasó junto a ellos, Evan quiere que haga algo, lo veo en su mirada pero yo simplemente paso por su lado desviando mi mirada con la cabeza en alto.

Con esto no conseguirás nada Evan Hilford.

RoseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora