Nunca es tarde...

Nombre...

Tapé el teléfono.

—Imposible—le dije señalando mi celular.

—¿És él?—preguntó Eric.

Yo asentí, aún sin poder creerlo. Colgué y me tape la cara con las manos

—No lo creo—le dije a través de las manos—Está aquí solo por un antojo.

—Wow, pero vamos, no lo hagas esperar.

Me levanté y fui casi corriendo, (todo lo que me permitió mi enorme barriga, claro) al baño para ponerme mi pijama de pantalón largo, me cepillé el pelo, respiré y salí a la sala, Derick tenía un vaso con algo en la mano. Gracias Eric.

—Hola—se levantó y me dio un beso en la mejilla.

—Hola, no pensé que vendrías de verdad

—Me dijiste que queria comer algo y yo te lo traje, tu amigo lo guardó.

—Voy a comer ahora—le sonreí—¿Vienes conmigo?

—Claro, tú guíame—Esa sonrisa, Dios. Me siguió a la cocina y se sentó en una silla mientras yo sacaba el melón ¡¡Entero!! y tomaba un cuchillo para cortarlo—Déjame a mí—cuando tomó el cuchillo de mi mano, nuestros dedos se rozaron y él dejó los suyos por unos segundos en los mios

Yo retiré la mano. Soy una cobarde, lo sé.

—Gracias.

Nos sentamos en la sala a hablar y hablamos sobre el embarazo de su hermana, según él, John, su cuñado a veces lo llamaba para que fuera con él a buscarle algo a su hermana, solo para que cuando llegara ya no lo quisera.. Hablamos de mi embarazo y si queria tener mas hijos, él quería tener. Dos horas después  se levantaba para irse con la promesa de que vendría otro día a comer con nostros, por supuesto Eric cocinaba y así se lo dejé saber.

—¿Porqué yo? Es tu enamorado no el mio.

—Por que tú lo haces mejor que yo

—Excusas, excusas. Pero agradece que soy tu amigo y te amo con la vida.

Me besó en la mejilla antes de encerrarse en su cuarto.

Pero dos minutos después se apareció en mi cuarto, ya lo estaba esperando.

—Que tal—se dejó caer en la cama —Por Dios, mujer que le diste a ese hombre.

—Nada.

—Le gustas y es de los buenos.

Lo miré, rara vez decia que un hombre era de los buenos, normalmente el radar contra hombres descarados estaba activado.

—No me mires así, dime que hombre llega a la casa de una mujer embarazada para que esta coma algo que le tenia ganas, sin que le guste. Ninguno, mi amor, ninguno.

Yo no le dije nada, se que probablemente tenía razón, pero no voy a arriesgarme tanto ilusionandome, mi corazón no podia ser lastimado.

—Si quiere entrar en tu vida, déjalo. Pero ¿queé harás con el padre de Personita?

—Nada, es su padre, tiene derecho a ver a su hija , no se lo voy a prohibir. Tiana es de los dos, tiene tanto derecho como yo ¿Porqué me miras así? Piensas que no se lo merece

—Sí, lo pienso, pero no es por eso que te miro. ¿De verdad le vas a poner Tiana?

—Claro que sí

Tiana, ese nombre me lo dijo él y realmente me gustaba. Me lo había dicho uno de los tantos días que hablábamos de nombres, en cuanto salió de sus labios , descarté todos los otros, mi hija se llamaría Tiana. Eric siempre ha querido tener hijos,pero como es gay cree que no tiene oportunidad, y descarta la idea de embarazar a una mujer y que ella sea la madre de su hija o hijo, claro ella sabiendo que él no estaría con ella. 

—Es hermoso y a mi me gusta.

—¿Ya lo sabe Diego?

—No, pero tampoco puede oponerse. 

—Bueno chica, este hermoso de aquí se va a dormir que tiene que trabajar.

—Si me dejaras ayudarte, no trabajarias tanto.

—Trabajaría lo mismo. No quiero tu dinero, yo puedo pagar muy bien la renta, tú encargate de Tiana, hasta mañana nena. Te quiero

—Te quiero más

Nos tiramos un beso y se fue.

Eric estaba en la cocina comiendo dando vueltas y molestandolo como siempre hago cuando se pone a cocinar. Lo pone  los nervios de punta. Y a mí me gusta molestarlo.

—Te juro que te voy a encerrar en el cuarto como sigas.

—No creo que lo hagas.

—Te amo y todo eso, pero te prometo que si no te sientas, lo hago.

Me senté

—Ya esto está listo, solo queda esperar que llegue Derick. ¿Cómo te sientes?

—No muy bien

Me había quejado con Eric en la mañana que me dolía la garganta y el cuerpo.De repente tocaron la puerta. Miré el reloj, no podía ser Derick, aun no tendría que estar aquí.Aunque si era él no me quejaría.

—Hola Jany ¿Cómo estás?

—Hola Diego, estoy bien—no iba a decirle que algo pasaba—Pasa

—Vine a ver si te hacia falta algo y hablar contigo

—Sientate. 

—Tengo el nombre para el bebé

—Yo también.

Nos miramos un rato, presentía una discusión. Hoy no quería esto, me sentia mal y no tenia fuerzas para enfrentar a Diego.

—Y ese seria...

—Rachel.

—Pensaba ponerle Tiana asi que...

—Rachel es más lindo—me interrumpió.

—Me gusta Tiana y mi hija se va a a llamar Tiana, puede llamarse Tiana Rachel también

—No me gusta como suena junto.

—Bien, se llamará Tiana entonces y si eso era todo lo que ibas a decirme, ya puedes irte.

—Es mi hija...

—Es hija de los dos—lo interrumpí— no la hiciste solo. Si quieres que se llame Rachel, tiene que ser como te dije o de lo contrario se llamará Tiana, no voy a discutir eso contigo Diego.

Suspiró.

—Está bien Jany, Tiana Rachel.—se levantó—eso era todo, si necesitas algo, llámame.

—Seguro.

Esperé a que se fuera para ir a la cocina otra vez. Eric me vió y supe que había escuchado todo, se secó las manos, se acercó, me abrazó y besó mi cabeza. No se que haría sin este chico.