✧ Celebración

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Kim JongIn era un buen estudiante; probablemente no era el mejor de la clase, pero siempre había sacado buenas notas, desde que era un niño y sus padres le inculcaron que debía estudiar, sin embargo, JongIn se determinó a ser un hombre de bien cuando su padre murió, se dijo que iba a tener una carrera que pudiera solventar no solo sus gastos, sino los de su madre.

JongIn se mudó a la ciudad después de que con esfuerzos y ayuda de sus amigos, todos pudieran rentar un pequeño departamento para poder asistir a la universidad. El muchacho que era considerablemente alto y de piel un poco más oscura para un coreano promedio, se despidió de su madre, YooNa, con muchos besos y abrazos, con promesas que se decían con los ojos brillantes de que todo iba a salir muy bien.

Y así fue, decididamente JongIn había comenzado con el pie derecho en la facultad de Ingeniería Mecánica en aquella extraña y colosal ciudad, y pese a que le costó mucho adaptarse porque provenía de la provincia, JongIn se esforzó al máximo como siempre hacía para poder salir adelante por sus propios méritos.

Sus padres habían ahorrado para él en una cuenta bancaria para que cuando fuese su tiempo de estudiar, no tuviera que pasar dificultades y se enfocara en lo suyo, por eso es que no trabajaba al igual que ninguno de sus tres amigos, cuyas familias podían solventar sus gastos mensuales sin ningún problema.

No eran sus amigos lo que se podrían considerar ricos, pero afortunadamente para todos ninguno tuvo que buscar un empleo de medio tiempo y aunque no todos iban a la misma sección de la universidad, seguían tan unidos como cuando se habían conocido.

ㅡ JongIn... no vas a zafarte de esta noche, no lo harás.

El moreno rodó los ojos mientras tomaba un sorbo de agua, sentado en el sofá, observando la televisión porque ese día todos aparentemente habían salido temprano de clases o en su defecto, se habían saltado las últimas para poder estar ahí haciendo su vida de cuadritos.

ㅡ Ya te dije Taetae... que voy a ir a mi casa, mi mamá me espera mañana para comer.

La voz de JongIn fue demasiado serena pero TaeMin, su mejor amigo desde que podía recordar, lo observó detenidamente, como si sus ojos pudieran atravesar su cuerpo cuales cuchillos, porque obviamente estaba molesto.

Todos los años ocurría lo mismo con JongIn, sucedía que siempre se iba a de vacaciones con su familia en su cumpleaños o sino tenía que ir sí o sí a casa con su madre. Por lo que ese año todos se habían propuesto llevar a JongIn a divertirse a como dé lugar.

TaeMin conocía a JongIn desde la primaria, se habían complementado muy bien y se habían convertido en muchachos bastante unidos que compartían algunos gustos.

ㅡ JongIn... es sólo una noche ㅡ SungWoon hizo un puchero con sus labios y batió sus pestañas, dejándose caer a su lado para ver si se le removían las entrañas a su amigo.

ㅡ Prometemos no embriagarnos más de la cuenta, sólo una salida normal como las de los fines de semana ㅡ JiMin se hundió de hombros y le sonrió pulcramente, con esa aura angelical que siempre se proponía cuando quería algo.

ㅡ Si claro... si algunas veces se pasan de copas y tengo que cargarlos a casa. ㅡ JongIn rodó los ojos, poco convencido ante las palabras de sus amigos.

TaeMin lo observó desde su lugar en la cocina y negó, JongIn era demasiado terco cuando se lo proponía y la mayor parte del tiempo tenía que sacarlo a rastras del departamento, cuando lograban ponerse de acuerdo para salir.

Sentidos opuestos ❀ SooKaiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora