Sentidos opuestos ❀ SooKai

✦ Inusual

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JongIn no podía comparar la adrenalina corriendo por sus venas con algún otro acontecimiento antes, porque nunca había experimentado algo como aquello.

Había salido con chicos, había tenido un par de novios y había estado bien, pero nunca se había montado a una motocicleta cuando recién iniciaba el día de su cumpleaños. Una noche friolenta de enero como aquella, sintiendo el viento escurrirse a través de su abrigo y su ropa hasta calarle en los huesos pese a que la silueta de KyungSoo amortiguara el golpe del aire gélido.

Agradecía que aún no estuviese nevando aunque si veía hacia el cielo podía observar las colosales nubes grisáceas imponiéndose sobre sus cabezas, amenazando con descargar una buena oleada de nieve para enfriar un poco más la noche.

Pero pese a ello, JongIn no creía posible que pudiera enfriar su situación, no cuando KyungSoo fue disminuyendo la velocidad y se detuvo en un área de pequeños departamentos que JongIn reconoció ubicados cerca de la zona universitaria.

Tragó saliva cuando el muchacho se bajó de la moto y él se quitó el casco a toda prisa, siendo sostenido después por la mano de KyungSoo que lo ayudó a bajarse de la motocicleta. Aún podía sentir la calidez de sus manos bien agarradas en su cintura mientras se había recargado en su espalda ancha, y el atractivo del hombre frente suyo no había disminuido ni un ápice.

El muchacho le sonrió lo que pareció ser gentil y el corazón de JongIn saltó, porque repentinamente se sentía nervioso de estar ahí, subiendo en el elevador con KyungSoo aprisionando su mano como si supiera que iba a escapar si tenía la más mínima oportunidad.

El sonidillo del elevador y las puertas cerrándose hicieron que KyungSoo se girara un poco para observarlo nuevamente con esos ojos grandes y brillantes, acercándose un poco más a él, arrinconándolo contra la pared del elevador, haciendo que JongIn bajara la mirada por si es que había una cámara que estuviese grabándolos en ese momento.

KyungSoo le pasó la mano por la espalda y la bajó en un movimiento suave y lento hasta sus caderas, apretándole una nalga en el proceso para hacerlo saltar, mientras se relamía los labios porque estaba ansioso. KyungSoo estaba ansioso de desvestirlo de una maldita vez y follarlo.

Alcanzó con determinación sus labios y lo besó, caricias frustradas llenas de rapidez y demasiadas ganas de comerse la boca, mordiendo el labio inferior de JongIn para hacerlo jadear bajito y encenderlo un poquito más.

JongIn se aferró a él como si KyungSoo leyera su mente, le recordó por qué estaban yendo a su departamento y se acaloró otra vez, sintiendo estorbosa la ropa cuando se pegó contra la pared del ascensor y KyungSoo acarició por encima de la ropa su apretada erección formándose en sus pantalones, la acarició con firmeza y JongIn sintió que iba a deshacerse en cualquier instante.

El sonidillo del elevador indicando que ya habían llegado a su piso lo hizo saltar por el susto y KyungSoo sonrió contra sus labios, tomándolo de la mano para arrastrarlo consigo. Un par de pasos más y estaban frente a la puerta número doce del edificio. KyungSoo tecleó la clave con presteza y la puerta se abrió para ellos.

JongIn se dejó arrastrar por sus manos, por sus labios demandantes que se adhirieron a los suyos una vez más, haciéndolo estamparse contra la puerta en cuanto esta se hubo cerrado. JongIn jadeó y KyungSoo se sumergió en su boca, con su lengua haciendo el trabajo de abrirse paso para dominarlo, para apoderarse de cada recóndito y dejarlo sin aliento.