✦ Relación

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JongIn se sentía casi tan nervioso como cuando presentó el examen a la universidad, y aunque como en ese tiempo, sabía que todo saldría bien porque se trataba de él, seguía sintiendo ese cosquilleo en el estómago que lo llenaba de nervios.

Había regresado a casa un poco tarde al día siguiente, había despertado en la cama de KyungSoo y se había acurrucado contra él, besando su cuello ligeramente y despertándolo con murmullos de palabras un poco cursis para él, pero que le venían bastante bien.

ㅡ Buenos días, precioso...

La voz de KyungSoo le erizaba la piel y lo ponía a sonreír, JongIn infló el pecho de pura alegría y se regodeó de ser llamado precioso por aquellos pomposos labios que le besaban las mejillas con parsimonia.

Se habían levantado, eventualmente, después de observarse a los ojos por un rato y seguir hablando de sus gustos, JongIn se enteró de que a KyungSoo le venían los sabores amargos, pero que el dulce lo convencía de vez en cuando, que era demasiado bueno en su carrera y que tenía buena capacidad de retención, por lo que como él, si comprendía lo que le explicaban, era casi seguro que sacara buenas notas en clases.

Le gustaba el rock y el heavy metal también, le había gustado desde que era un adolescente y se sentía un poquito rebelde, pero lo cierto es que pese a que había comenzado a frecuentar el bar donde lo conoció, seguía sin ser muy bueno en relacionarse con las personas.

Aparte de JongDae, KyungSoo le explicó que tenía más amigos, como ChanYeol, el tipo alto que le había pasado el brazo por los hombros en el bar la noche anterior, era un chico alegre que le entraba a todos los tipos de música y por eso se llevaba bien con todo el mundo, y su novio BaekHyun, que era el bajito que estaba con ellos, siempre lo seguía pese a que era un poco selectivo con la gente.

KyungSoo le contó que antes de conocerlo lo había visto por los pasillos y se le había hecho tan atractivo que había fantaseado por días con él, pero que ciertamente nunca creyó tener la posibilidad de hablarle, porque parecía que no tenían nada en común.

A JongIn no se le daba mucho hablar con desconocidos, era un chico alegre con sus allegados y era muy estudioso y centrado. Casi nunca observaba a la gente más que cuando sus amigos le indicaban a alguien para criticar, entonces JongIn repasaba a la persona en cuestión y daba su humilde opinión, que algunas veces era todo menos humilde.

JongIn se echó a reír con las mejillas arreboladas, recordando una vez que con sus amigos habían hablado de lo mal que le quedaba el corte a KyungSoo y lo equis que se veía queriendo ser un chico rudo. Lo habían destrozado por completo con comentarios y ahora le parecía demasiado irónico todo el asunto.

Por supuesto que se lo dijo y KyungSoo se rio, hundiéndose de hombros mientras le besaba la punta de la nariz a su ahora novio, ah... que bien sonaba aquella palabra incluso de manera mental.

Se levantaron para preparar algo de desayunar y JongIn se sintió cohibido cuando al abrir la puerta, JongDae los observó desde la sala, con un par de panes tostados y un bote de mermelada en la mesita del centro, así como con una taza de lo que parecía ser chocolate caliente.

El muchacho les dedicó una mirada significativa, con una sonrisa traviesa que sólo hizo sentir a JongIn ganas de meterse bajo las sábanas para ocultarse por la pena. Estaba rezándole a San Siwon no haber sido tan ruidoso la noche anterior o que JongDae no hubiese estado en el departamento.

Sentidos opuestos ❀ SooKaiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora