✧ Determinación

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JongIn amaneció de muy buen humor los siguientes días después de la visita rápida al departamento de KyungSoo. Se sentía como que verdaderamente todo podría ir bien incluso si solo se relajaba y se enfocaba en sus estudios, que era lo que planeaba hacer.

No había tenido sexo, después de que KyungSoo lo besara apasionadamente el futuro abogado lo soltó y le incitó a que se marchara. A JongIn le había dolido su rechazo, se había sentido realmente expuesto ante él, prácticamente le había implorado un poco pero KyungSoo se había mantenido firme.

Su declaración, sin embargo, lo había hecho sentirse un poquito más tranquilo después de haber estado repitiendo la escena en su habitación, bajo un montón de sábanas como si alguien pudiera ver el sonrojo de sus mejillas morenas por lo que había hecho.

Todo parecía indicar que KyungSoo gustaba de él verdaderamente, y él se sentía realmente satisfecho con ello, el efecto del beso no terminaba de desvanecerse y verlo algunos momentos del día en la universidad solo recargaba un poco más su buen ánimo que sólo decaía cuando esa estúpida muchacha se aparecía y se pegaba a KyungSoo como la sanguijuela que era.

JongIn tenía mucha curiosidad de saber qué era ella para KyungSoo, qué era lo que significaba para que el muchacho la dejara andar a su lado de esa manera pese a todos los rumores que se esparcían por todos lados.

A JongIn no le gustaban los rumores y se reprendía a sí mismo por darle tanta importancia a algo como eso, pero podía escuchar la voz de todos sus amigos reiterándole que KyungSoo era un mal partido y que existían muchos mejores.

Lo peor del caso era que lo más probable es que ellos tuvieran razón en cuanto a los otros chicos, pero a JongIn no le importaban cuando observaba a KyungSoo a lo lejos con sus cabellos demasiado cortos y su mirada penetrante pese a que ambos parecían evitar mirarse a los ojos.

Había pensado mucho sobre lo que le había dicho, sobre que le daba vergüenza estar con él. JongIn se sentía un tonto por ese motivo y porque en realidad no le había importado cuando se fue con él la noche que lo conoció en el bar.

¿Por qué tenía que ser tan cobarde entonces? Se había detenido varias veces en esa semana para no correr de nuevo a su puerta y se había puesto la meta de permanecer tranquilo, pero el efecto se iba demasiado rápido y KyungSoo parecía ser adictivo, JongIn sentía que cada día necesitaba aunque fuera un poquito de él para poder seguir estando sereno.

Y fue justamente ese día cuando TaeMin tocó la puerta de su cuarto para avisarle que su madre estaba marcándole, que JongIn se decidió por fin a actuar.

Había dejado su teléfono en la barra de la cocina, por lo que TaeTae había respondido por la confianza que se tenían y para saludar a YooNa, quien también lo apreciaba mucho. Así que cuando recibió el teléfono para hablar con ella, escuchó a su madre bastante contenta de poder haber hablado con su amigo.

ㅡ JongIn cariño, tienes que saludarme a Jimin y a SungWoon también.

ㅡ Por supuesto mamá, les daré tus saludos.

YooNa sonrió satisfecha del otro lado de la línea y JongIn suspiró, volviendo a paso lento a su habitación para cerrar la puerta y avanzar hacia su cama, donde se dejó caer mientras escuchaba a su madre hablar sobre algunas novedades del lugar donde vivía.

ㅡ Hijo, se ha puesto una feria pequeña en el centro del pueblo, deberías traer a KyungSoo para que se diviertan ambos.

Ah... ahí estaba lo que tanto había estado evitando, no era la primera vez que YooNa mencionaba a KyungSoo en sus llamadas telefónicas y JongIn anteriormente simplemente suspiraba y no decía nada al respecto. ¿Cómo le decía a su madre que KyungSoo y él no era nada? JongIn no encontraba las palabras correctas para hacerlo.

Sentidos opuestos ❀ SooKaiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora