Cuando abri los ojos me percate de que alguien me había tomado en brazos justo cuando iba cayendo.
Un chico de cabellos negros, de 1.75 cm, con los ojos azules.
Te encuentras bien.-Pregunto con una sonrisa que derretiria a cualquiera.
-S-si... gra-gracias.-Le dije un poco nerviosa.
Él me bajo y se fue.
Así que conociste a Alex.-Dijo Alice levantando las cejas con una cara coqueta. -¿¡He!?
¿¡Por qué haces esos gestos...!?-Le dije un poco enojada.
La verdad es que aquel chico me habia gustado pero no como para hacerle ojitos, ni nada por el estilo.
Después de salir de la biblioteca fuimos directo a casa de Alice pues su mamá había hecho lasaña de almuerzo y a las dos nos encanta.
Llegamos en un abrir y cerrar de ojos pero al entrar a su casa nos encontramos con la sorpresa.
Un chico de cabellos dorados, bajito, como de mi estatura y muy mono.
Al verlo quede impresionada, lo contemple por unos segundos pero él se giro y nuestras miradas se cruzaron.
Rapidamente lleve mi mirada hacia alguna de las habitaciones para disimularlo pero fue imposible, soy mala mintiendo y Alice se dio cuenta de inmediato, acaso me siento atraida por aquel pequeño.
Sin yo pedírselo, Alice me dio unos cuantos datos sobre él, se llama Jay, desaparecio el mismo día que mataron a aquel aldeano, es timido y tiene 14 años...
Lo que me faltaba, un chico menor que yo.
Trate de olvidar lo que había sucedido pero fue imposible, no mientras él estuviese en casa de Alice, pero tampoco pude quitármelo de la cabeza por la noche.
En plena obscuridad, para no entrar en panico pensaba en mis padres, cuando saliamos a pescar y papá tiraba (según él) accidentalmente a mamá al agua y al final todos terminábamos mojados... donde estarán... ¿pensaran en mí?
Al día siguiente me levante temprano y fuimos con los padres de Alice a las juntas con el alcalde y el curita pero no me gusto para nada lo que dijeron.
No puede haber más de cuatro personas por casa pues todo estaba habilitado para esas cuatro personas.
Donde tendría que vivir...
Esa noche casi no dormí pensando que tendría que ir a casa, donde no tengo nada y la obscuridad se apodera de cada esquina.
Desperté mal pero eso no fue lo peor que ocurrió, los padres de Alice habían ido a trabajar para poder tener algo de comida y nosotras tres estábamos jugando cartas, Catherine iba a la cabeza, yo le seguía y Alice de las ultimas como siempre.
En ese momento la puerta sono muy fuerte como si la hubieran golpeado con un mazo.
Cuando Alice habrio la puerta dejo ver el cuerpo lleno de sangre de Jay, desplomado en el suelo.
ESTÁS LEYENDO
Lobos en los túneles
WerewolfDescripción: Como te sentirias si tuvieses que vivir bajo tierra en invierno, iluminado solo por una vela. Desesperación, miedo, obacuridad y un secreto jamas rebelado. Es la primera descripción que he hecho... Perdon por mi ortografiay gracias por...