En el mundo siempre habrá personas que te quieran por lo que eres, otras te odiaran por la misma razón.
Demi Lovato
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Como debería a empezar, se supone que estoy contando una historia ¿no?, gracias por responder, supongo que respondiste, quiero ver las estrellas algún día, mientras alguien toma mi mano la presiona entre la de él, mientras suspiro y él besa mi mejilla, me sonrojo y me apoyo en su hombro. Las cosas imposibles parecen siempre imposibles, como si cada vez que las yemas de tus dedos las rosaran se alejaran otros 10 metros.
Mi nombre es Tara, suena raro pero es mucho mejor que mi nombre real, con el que nací, Tatiana Tribule, ese es apellido, el solo hecho de escucharlo siento escalofríos, mi padre, el es embajador de mi país, Gellén, un país tan pequeño como Chad, pero se encuentra en Asia, justo en la línea que lo divide de Europa, papá esta de embajador en Corea, es un orgullo que seamos reconocidos como nación. Mamá, en sus tiempos más bellos, fue modelo, una vida que dejo el día que se entero que había quedado embarazada de uno de los políticos con los que se había acostado después de un desfile, en ese entonces mi padre era solo un diputado, se casaron antes que la barriga de mí madre comenzara a notarse, mi familia era prácticamente, una coincidencia, estábamos juntos por casualidad, por casualidad mi papá se acostó con una modelo, por casualidad esta quedo embarazada y por casualidad yo fui el resultado de ese estúpido arrebato de casualidades.
El edificio de la embajada era un recinto cerrado, una casa grande con un buen sistema de seguridad, unos cuantos guardias y un gran cartel con las palabras –EMBAJADA DE GELLÉN- por dentro era muy lujosa y la mayoría de la inmobiliaria era de tonos purpuras, morados y lilas, ya que la Lila es la flor nacional, la oficina de papá es el único lugar que no posee nada de ese color, aquella está conformada por tonalidades rojas, blancas y negras, el color del infierno, era para recordarle lo cerca que esta un político del bien y del mal, para dejar en claro, a un paso del infierno.
Desperté y me levante para ir a la secundaria, voy en tercer año, tengo 16 años, para decir verdad soy bastante popular, talvez sea porque mis rasgos faciales son muy diferentes a los de ellos, talvez soy lo más cercano que tienen de la belleza impuesta por las revistas de moda gringas, a pesar de que mi país natal es un país asiático unido a Rusia, la mayoría de mis rasgos faciales son muy similares a los rasgos que tendría alguien de España o Inglaterra, mi cabello castaño que cae levemente sobre mis hombros con unas pequeñas ondas, aunque si lo peinaba unas 3 o 4 veces cuando estaba mojado se alisaba completamente, y si lo esponjaba un poco con la mano se rizaba, es genial tener un cabello manejable, mi piel no es completamente blanca es una mezcla entre la piel de una Rusa y una Coreana de un leve tono amarillo, mis ojos son negros de un tono tan negro como el carbón.
Me puse el uniforme, y baje a la sala, mamá estaba ahí arreglando a papá, su corbata estaba levemente torcida, me vieron bajar, papá me lleva todos los días a la escuela, la verdad no sé si realmente trabajaba, pero prácticamente él no me llevaba teníamos una limosina que nos llevaba a todos lados, me encanta sobre todo porque tiene la bandera de mi país, un fondo rojo y sobre este una paloma blanca con una rama de olivo en su boca mientras vuela, simboliza que somos un país pacifista.
Al llegar al colegio me encontré con mis amigas, nos pusimos a conversar en un banco como siempre. Mis amigas eran las mejores, estaba Ji Eun que aunque ella no lo supiera era hermosa, Sunhwa que es menor que yo pero posee una personalidad envidiable, HyoSung que poseía la mejor sonrisa que he visto en mi vida y Hannah o como le gusta que le digamos Zinger ella es la fuerte perdió a ambos padres en un accidente y vive con sus abuelos que son políticos al igual que los padres de las chicas, Zinger nunca muestra sus sentimientos pero siempre sonríe, no importa que pase.