La vida es algo divertido, en el momento en que crees que tienes todo en su sitio, algo se presenta y te lo pone todo al revés.
Zayn Malik.
Me desperté cuando escuche a L entrar, eran las ocho, era sábado, sentí sueño, no quería verlo, me avergonzaba, lo que había hecho ignore su presencia, lo oí sentarse en el sofá, igual que siempre, y volví a dormir.
Desperté definitivamente cuando me trajeron el desayuno, eran las 10am, me senté en la cama, y lo observe, me sonrió, me ruborice, agache la cabeza comencé a comer. Estuvimos en silencio sin cruzar palabra, ambos desayunábamos, siempre traían desayuno a él también. Cuando el silencio se volvió incomodo, me decidí a hablarle.
Tara: ¿Tienes hermanos? –Dije para luego tomar un poco de jugo-
L: si, pero murió.
Tara: que terrible, -Me horrorice- Lamento haber preguntado.
L: no hay problema, fue hace muchos años, tantos que ya no lo recuerdo.
Tara: ¿lo olvidaste por completo? –Le di un sorbo a mi café-
L: si, primero su rostro, su sonrisa, su silueta, su forma de hablar, como me llamaba, y ahora me es imposible recordarlo.
Tara: eso suena triste –Había terminado de desayunar, L igual-
L: no, la verdad no es tan triste.
Tara: a propósito… vendrás conmigo al festival. –El beso, lo había olvidado o lo quería olvidar-
L: creí haberte respondido Ayer.
Tara: ah bueno pensé que cambiarias de opinión, no se talvez… -Me pare de la cama y me dirigí a mi armario, tome un pantalón pitillo negro, una polera blanca con la bandera de Inglaterra, y converse rojas, Salí de mi armario y L seguía sentado en el sofá, pase por su lado y me metí al baño.
Salí vestida, peinada y maquillada, lista, igual que lo hacía siempre desde que L llego.
Tara: ¿vamos, a la feria? –Dije como si el tuviera la opción de negarse-
L: claro. –Camino y me abrió la puerta de mi habitación, yo salí y él me siguió, hasta el estacionamiento-
Tara: no, no deberías ponerte algo más cómodo, de todas formas vamos a la feria. –Dije subiéndome al asiento del copiloto-
L: estoy trabajando, esta es ropa adecuada para trabajar –Encendió el auto-
Tara: porque eres tan aguafiestas a pesar de tener 19 años.
L: porque para eso fui entrenado.
Tara: a propósito, lamento lo de anoche –Observe por la ventana-
L: ¿te refieres al beso?
Tara: si, lo lamento, es que parecías tan frágil. –Dije sin darme cuenta de lo que decía-
L: ¿Frágil?, ¿yo?
Tara: Sí, obvio que tu, es que no lo sé, no sé realmente porque lo hice. –Dije mientras él detenía el auto habíamos llegado-
L: Yo… Lo lamento, mi trabajo es protegerte y no debí haberlo hecho también.
Tara: no, el problema soy yo, es que soy una niña pequeña y tu… tu eres tú.
L: no eres una niña pequeña, ya estas grande y decides lo que haces con tu vida –Sus manos presionaban el volante tanto que sus nudillos se tornaron blancos-