CAPITULO 2i: "El Guardaespaldas"

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Todo el mundo merece una segunda oportunidad, pero no una tercera.

Demi Lovato.

Pase la semana en el hospital, las chicas iban todas las mañanas a verme al igual que los chicos, papá apareció una que otra vez, mamá estaba ocupada con qué pensarían sus amistades, el día que me dieron de alta no podía estar más feliz, aparecía mamá me traía un vestido amarillo pálido de regalo, papá apareció seguido por un tipo cuando ya estábamos por irnos, cerró la puerta fuerte.

Tara: papá pensé que no vendrías –Dije abrasándolo-

Papá: Tara, como pensaste que no vendría mi niña –Dijo con una leve sonrisa-

Mamá: oh –Puso una cara extraña- Los espero en el auto –Dijo para luego irse-

Papá: ya vamos –dijo mientras mamá cerraba la puerta, no estoy segura de que lo escucho-

Tara: ¿Qué sucede? –Dije observando al joven detrás de papá, parecía de unos 19 o 20 años-

Papá: sé porque te hicieron, lo que te hicieron –Dijo Con tono nervioso-

Tara: ¿Qué? –Dije horrorizada-

Papá: en Gellén, hay ciertas protestas a favor de separarnos de Rusia y unirnos a Inglaterra, en un mes debemos votar, la primera vez que lo hicimos la propuesta no fue aceptada, hay ciertos grupos que quieren la unión a Inglaterra de toda forma, y creyeron que garantizarían mi voto, haciendo lo que hicieron.

Tara: en cierto punto es horroroso –Dije cubriendo mi rostro con ambas manos-

Papá: pero quédate tranquila, él es un hijo de un amigo, acaba de terminar sus cursos de agente, él será tu guardaespaldas desde hoy –Dijo papá apuntando al chico tras él que permanecía serio-

Tara: él será mi guardaespaldas, es inexperto –Dije como si no supiera que él estaba ahí-

Papá: pero él cuidara bien de ti, no es así –Dijo a aquel chico-

X: eh, sí señor. –Dijo como si de pronto hubiesen metido su cabeza en un balde agua helada-

Papá: espero que aceptes, es lo único que puedo hacer, no hay nada que me asegure realmente que intentaran volver a atacarte, pero mejor prevenir que lamentar.

Tara: está bien,-Dije resignada y me puse de pie frente al chico- Mucho gusto mi nombre es Tara –Esboce una sonrisa y le estire mi mano-

X: mucho gusto puede llamarme L –dijo haciendo una reverencia, retire mi mano algo avergonzada-

Tara: Gracias, papá se que te preocupa mi seguridad, pero talvez debiste haber traído un modelo más antiguo –Dije como si L fuera un muñeco de acción él cual habían remodelado y ya no quería-

Papá: ya, princesa, vamos a casa después de todo es sábado.

No fui a la secundaria en 2 semanas, temía realmente que podía pasarme algo, temía de todo, de las sombras, de los ruidos, me traían comida todos los días a la cama y simplemente me bañaba en las mañanas y me ponía un pijama limpio para volverme a acostar, en las mañanas llegaba a las 8am en punto L quien se sentaba en un sofá y me veía dormir, ver tv, después de todo estaba para cuidarme lo peor de todo era que no se iba hasta las 8pm, pero a pesar de que pasábamos juntos prácticamente todo el día, él no pronunciaba palabra, lo que era peor, ¿Cómo alguien tan guapo, podía ser tan amargado?.

No vi en aquellas dos semana a mis amigos, solo las chicas vinieron unos cuantos días, pero estábamos en época de exámenes y no les culpaba por no poder venir a verme, ya era viernes, gracias a Dios, sentí que tocaron la puerta, vi los ojos de L sobre ella.

El GuardaespaldasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora