Imagina: Nate River y tú

|Cual koala|

-NEAR.

-Qué.

-NEAR. NOS MORIMOS.

-Eso es estadísticamente imposible ahora mismo.

-NEAR. SÁLVANOS.

-Ajá.

-Prueba a decírselo sólo tú.- me propuso Mello en susurros.

-¿Copito?-dije con voz de niña buena que nunca rompió un plato.

-Qué quieres, ________.

-Puedes...

-No.

-PERO PERDISTE CONTRA NOSOTROS. -dijimos Mello y yo.- Debes obedecernos. Un trato es un trato.

-Técnicamente la apuesta aún no ha terminado.

-Pero sabes que tenemos razón. Así que para ir practicando ser nuestro esclavo...¿Nos traes chocolate, porfiii? -le supliqué con la mirada. Me levanté y me cargué cual koala en Near.- _______ quiere chocolate. ________ tiene hambre. ________ no se va a despegar de ti hasta que la alimentes.

-Entonces tendréis que esperar sentados, ______. Se ve que Nate está  disfrutando.- dice L entrando en la sala.

-E-eso no es ver-verdad. -dice sonrojado mi copito.

______ lo aprieta más su agarre. - ¿Y qué si le gusta o que se sonroje? Es mi novio y tiene derecho. ¿A qué sí, copito?

-S-sí.

L y Mello estallaron en carcajadas.

-¿Para qué hacer la apuesta con el objetivo de que cumplas nuestros deseos si ______ consigue que tú hagas lo que ella quiera? -pregunta Mello.

-¿Qué apuesta?- L.

-Eso no es cierto. -dice un Near sonrojado pasando de responder a L.

-No digo siempre. Simplemente que tal y como estáis ahora mismo, que no creo que te negaras a nada.

Near me obligó a bajarme.

-¿Y ahora?- Near miró indiferente a Mello.

-Pelusa, no te pongas a la defensiva. Era una broma.

-¿Qué apuesta?- volvió a preguntar L.

-A mí no me gustan las bromas.- y volvió a ser ignorado L (😂).

-Bueno, voy yo a por el chocolate, Mello. -dijo _____.

-Deja, voy yo. De paso cojo el robot, que me lo dejé en la cocina. -me dio un besito en la mejilla y fue a la cocina.

-¿Tanto problema para al final ir él? -dijo Mello echándose las manos a la cabeza. -Me levantó dolor de cabeza la pelusa esa.

-Así es mi copito. -dijo _____ riéndose.

-Admítelo, únicamente quería que te colgases de él y que lo abrazaras.

-No me extrañaría nada.

-Sí al final resulta que fue él el que nos gastó la broma.- dijo meditabundo Mello.

-Sabía que me iba a subir a él para suplicarle. Será...

-NEAR.- gritamos Mello y ______.

Se oyó una risa desde la cocina. Por encima de molestarnos, se ve que se quedó jugando con su robot en la cocina, haciendo caso omiso al chocolate que nos iba atraer.

Mello le dijo a _____:

-Por lo menos tenemos la apuesta para poder vengarnos.

-Lo estoy deseando.- dijo ______ con cara psicópata.- Con el chocolate no se juega, copito.

-¿Qué apuesta?- volvió a repetir L.