Prefacio

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Para muchos la muerte es un terror, para otros es un honor o un noble título antes de trascender, algunos no le temen pero tampoco la admiran y unos pocos la odian por desprecio.

También es un castigo para aquellos que rompen las reglas de su mundo.

Nadie debe interponerse en el destino de cada alma. Si esta debe morir, es una clara transgresión el intentar salvarlos de su destino.
Y el pago de esa transgresión es la muerte, incluso si es un ser humano salvando a quien quiere o un Dios de la Muerte desesperado por quien ama.

Está mal.

Pero aclararemos que el alma de un humano nunca muere, a excepción que es cuando caen en el Mundo Shinigami.
Por ejemplo, si existió primero como bacteria, luego como un animal, luego como un ser humano; finalmente quedan tres destinos posibles: el Cielo (Arriba), el Infierno (Abajo) y el Mundo Shinigami (el Intermedio).

Incluso se cuenta que hay más niveles luego de llegar al Cielo. Pero lo único diferente de cada vida física fue el recipiente porque el alma es la misma.

Y en tu próxima vida, quizás recuerdes tu pasado, quizás no o quizás finjas no poder recordarlo; pero entender que el humano no tiene ningún ciclo sino un camino recto con diferentes etapas, vuelve aceptable un mundo de Dioses de la Muerte que sobreviven robando años de vida restantes de un humano.

La mayoría de ellos también temen a la muerte porque no tienen lugar a donde resurgir tras su muerte, se convierten en polvo y se dice que su alma va a la Nada, un mundo que se reversa a aquellos destinadas a desaparecer por toda la eternidad; un mundo donde nadie te recuerda porque ya no existes.

Los Shinigamis no deben matar más personas de las que el Cielo o el Infierno puedan aceptar, porque al estar en medio de dos cosas, quieras o no te conviertes en su equilibrio.

Y esa es la obligación del Rey Shinigami, quien dicta reglas que rigen a los suyos tal como un padre impone su autoridad con los niños, que no se comporten rebeldes y astutos como Ryuk; un responsable directo del problema con el que ahora debe lidiar el Rey: sobrellevar las consecuencias tras la muerte del humano Light.

El futuro del Mundo Shinigami no amenaza sólo con desaparecer, sino también que deberá ser modificado para siempre.


Deben establecer un nuevo ritmo de vida que rompe con las reglas que mantienen el equilibrio entre los mundos, reglas que en menos de diez años se volvieron más antiguas que todo lo que hayan visto mil años atrás.

***

—¿Por qué asumes que me interesa participar en esto?

—Si no quieres nadie te obliga, pero esta libreta ya está bajo tu nombre, Ryuk.

—¡Esperen! Ryuk ya tiene varias libretas en el mundo humano, con esta serían cuatro a su nombre. ¡Es trampa! —recriminó un Shinigami desde el fondo de la multitud reunida en tal momento, por primera vez todos juntos.

El Rey lo ignoró y se dirigió a Ryuk nuevamente:

—Si tanto deseas morir, no te perjudica hacer una cosa más antes de expirar. Exactamente tal como un humano que ya no eres.

Ryuk lo pensó, tomó la libreta frente a los murmullos de insatisfacción que lo condenaban como el preferido del Rey y más de uno reclamó otra vez, en lo que el Ryuk abandonaba el lugar.

—Usted acaba de decir que sólo funcionan siete cuadernos en el mundo humano, ¡¿cómo espera que nos involucremos si Ryuk ya tiene tres activos ahora mismo en ese mundo?!

—Ya no es mi problema. He cumplido con mi parte y aquí tienen los nueve cuadernos restantes. Si desean quedarse quietos y morir, eso también es su problema. Les recuerdo que por ser Shinigamis no significa que carezcan de un cerebro.

Varios shinigamis del fondo captaron el mensaje y algunos ya elaboraban posibles estrategias hasta que el Rey habló nuevamente:

—Sepan que sólo disponen de dos años y no olviden que el Secretario estará encargado de controlar que no violen ninguna de las reglas:

Regla 1): Pueden elegir si contarle o no al humano todo lo relacionado con la libreta, inclusive tienen permitido que les den sugerencias o ideas precisas; pero tienen prohibido actuar por ellos.
En otras palabras, ¡el humano será quien tome la decisión final!

Regla 2) No pueden entregar ni prestar a un humano una Death Note que obtuvieron el primer día que llegaron al Mundo Shinigami.

Regla 3) Sólo un humano gobernará el Mundo Humano y sólo su Shinigami se convertirá en el Rey Shinigami.
Cuestionen eso antes de formar cualquier tipo de alianzas.

—¿Y bien? —el Rey sentado en su trono, con cuadernos en mano y ocultando una susurrada risa en su inexpresivo cráneo, preguntó:— ¿Quién de ustedes se encuentra aburrido?

***

Hola :v

Tinta Vital ♦ Death NoteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora