06 ♦ Decisión

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Dedicado a: EloTakugaMerBadaSs y kawaii1XD (Los amo we)

En el salón de segundo año en el horario de almuerzo, los chicos decidieron que era buena idea hablar sobre sucesos paranormales.

—¿Y tú, Ayako? ¿Le tienes miedo a los fantasmas?

—No sé... Nunca he visto uno. Tengo curiosidad.

—Oh. ¿Entonces no temes morir? —preguntó una de sus compañeras.

¿Miedo a morir? Ayako ya había intentado suicidarse dos veces. No tuvo miedo porque en aquel entonces era inconsciente. Sólo quería desaparecer y para eso no necesitaba miedo.

Tuvo suerte de que la muerte la rechazara en ambas ocasiones. Pero ahora todo era distinto, ahora estaba consciente de sus actos y de lo que causa el miedo; aún así no sentía amor a la vida.
No tenía un sueño por cual vivir ni las agallas para morir.

No importa qué apostara; si lo que apuestas no tiene valor para ti, entonces no estás apostando nada. A cambio, nunca sabrás el valor de haber ganado apostando a tus esperanzas.

Así de vacía sentía sus decisiones Ayako.

Si la muerte se le presentaba de manera irremediable, ¿la aceptaría sin pelear, o intentaría seguir viviendo sin motivo propio?

En realidad los fantasmas no pueden hacerte nada, ¿sabes? —dijo tranquila— Incluso si buscan asustarte, no pueden tocarte. Lo sé porque mi abuela era bruja.

Los chicos intercambiaron miradas y varias cejas se saludaban en la cima de las frentes. Curiosos pero siempre dudando, como niños.

¡Pero hay casos de personas poseídas por fantasmas! Los controlaban y luego morían —afirmaba enérgico un chico de primer año que se había colado en el salón de los superiores.

Cierto. Pero igual quiero ver uno —sonrió suavemente—. Ya saben, quizá me deje sacarle una foto.

El salón estalló en risas y alguien le sugirió unirse al club de Paranormal y Misterio. Ella no lo hizo.

Se preguntó si algún día conocería un fantasma que la invite a rezar como sólo un ateo lo hace.

Y ahora que estaba tan cerca de un ente de otro mundo, a su cabeza sólo venía el recuerdo de la estúpida foto que no estaba tan loca como para pedir al huesudo pirata.

Ayako corrió las calles de Tokio seguida por el espectro que le tiraba indicaciones para perder sujetos que nunca vio y pagó dos costosas habitaciones en el último piso de un hotel.

En primer lugar, el por qué siguió al espectro no tenía respuesta lógica ya que tampoco consideraba quedarse en la Embajada con Murasaki. Su actitud lo delató.

Quizá actuó como estúpida pero no como idiota. Y estaba innecesariamente orgullosa de eso.

Supuse que eras extraña pero no que actuarías de esta manera. ¿No tienes miedo?

—Obvio que sí —dijo Ayako, sentándose en el suelo al lado de la puerta sellada por clave; Japón ya estaba olvidando las llaves—. Tengo tanto miedo de que esto se abra a balazos —con el puño golpeó bruscamente la puerta— y que un asesino quiera matarme. ¡¿Sabes por qué?!

El espectro aguardó unos segundos antes de molestarse en preguntar por qué.

—¡Porque estoy tan cansada que ni así pienso moverme del puto suelo! —dijo indignada, sentía su cabello pesado en la desecha coleta y respiraba agitada con pulmones que a veces olvidaba que tenía— ¿Y bien? ¿No piensas poseerme y hacer que me tire por el balcón?

Tinta Vital ♦ Death NoteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora