08 ♦ Un desaparecido y un Sospechoso

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Desde que supo que la estaban siguiendo, Ayako estaba peocupada de ser interceptada por un agente de la SPK que no sólo conciera sobre la existencia del cuaderno, sino que también la acusara de ser enemigo de la humanidad sólo por ser vista el día anterior con una Death Note bajo el brazo, huyendo de la Embajada Japonesa.

No se culpaba de idiota porque aparte de ser obvio, ella no sabía nada en ese momento, así que era comprensible que no hubiera pensado en esconderla.

Además, calculando la distancia, ella debería aparecer en grabaciones de la calle donde con suerte podrían reconocer que llevaba un cuaderno.

Sería extraño que piensen o sepan que ella tiene una Death Note.

Pero por las dudas, Ayako se había preparado mentalmente para actuar madura en caso de ser atrapada por la SPK o la APN.
Algún plan de oferta en donde no termine soltando el cuaderno en las manos equivocadas.

Y por la misma razón, ella no previó el ser interceptada por un oficial de policía con un falso nombre, sosteniendo la imagen de Naomi frente a sus ojos y preguntando:

—¿Conoce a esta mujer?

Desconcertada pero tranquila, Ayako respondió:

—Sí, la conozco porque su madre vivía en el departamento F del quinto piso del edificio departamental en que resido. Si no me equivoco se llama Naomi.

—¿Y sabe lo que ocurrió con su madre?

—Si se refiere al suicidio... Yo la vi en el suelo esa noche. Ni siquiera sabía su nombre, sólo que era florista. Y cuando vi eso, apareció Naomi asustada, buscando a su madre desaparecida. Le dije que estaba abajo, corrió hacia ella y nunca más la vi.

—Entiendo.

—¿Sucedió algo con Naomi?

Kanzo Mogi, bajo el falso nombre de Hideki Takeru, la miró fijamente, frunció levemente las cejas, serio y analítico, inexpresivo; meditó en cómo sería el modo correcto de decirlo.

—Su nombre completo es Naomi Takada y el de su madre es Hikari Takada. Esta madrugada Naomi Takada fue reportada como desaparecida según su jefe de trabajo y el dueño del departamento donde vivía. Sin embargo, los vecinos del departamento debajo del suyo, dijeron haber escuchado ruidos de muebles moviéndose en las últimas dos noches.

—Takada... Qué conveniente —masculló Matt.

—Ahora que lo menciona...

—¿Recordó algo?

Ayako dudó pero finalmente decidió no compartir todo de su repentina hipótesis.

—Aunque no supiera su nombre, me crucé con la señora Hikari la mañana del 2 de Abril.

—El día de su muerte.

Ella bajó la mirada y sin ocultarlo: frunció levemente el ceño.

—No lo dije antes porque fue efímero. Como dije: ella era florista. La encontré en el ascensor con una caja de cactus y me regaló uno. Me dió instrucciones para cuidarlo y cuando llegamos a planta baja, me dijo que estaba emocionada porque hoy llegaba su hija de un viaje desde Alemania. Nos despedimos y eso fue todo.

—¿Algo más que no haya mencionado?

Por favor, ayudeme!"

—No —mintió la joven.

—Entonces le agradezco por su colaboración, su información nos ha sido de mucha ayuda. Si llega a recordar o a saber algo sobre ella, no dude en llamar a este número —dijo extendiendo una tarjeta bajo el nombre de Hideki Takeru.

Tinta Vital ♦ Death NoteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora