Capítulo 3: "Necesito que confíes en mi"

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Caminabas con paso tranquilo hacia el parque, algo te unía a el, siempre ibas allí, pero ahora, era como si estuvieses esperando que llegara la tarde para llegar allí y encontrarte con los ojos azules de Niall y su pequeña sonrisa.

Te sentaste en uno de los bancos del parque, comenzaste a dar pequeños golpecitos al suelo con tus pies algo impaciente siguiendo el ritmo de una de las tantas canciones que tenias en la cabeza. Niall se acerco a ti y sonreíste, él se sentó a tu lado haciéndote sentir mas tranquila. Miraste hacia el suelo insegura mientras el te observaba sonriente. Un silencio incomodo inundo el parque, creías que la habías cagado, él había intentado ser tu amigo y tu ni siquiera le hablabas. Esperabas que se fuera, que no siguiese aguantando a la chica antipática del parque, pero no lo hizo, en cambio te agarro suavemente de la barbilla para que le miraras a los ojos.

-______, yo no te voy a hacer nada, no quiero hacerte daño. Necesito que confíes en mi- Extendió su mano hacia ti e indico que la cogieses para que supiese que confiabas en el.

Por tu mente pasaban miles de preocupaciones y el temor de que el te traicionase como estabas acostumbrada a sentir; por la suya solo uno, el miedo a quedarse solo otra vez si tu te ibas.

Le miraste a los ojos perdiéndote en su azul cielo, podías verte reflejada en ellos, el momento pareció eterno para el, sus ojos se humedecieron haciendo que tu corazón se parase y, perdiendo la esperanza comenzó a retirar su mano para alejarse, pero no lo ibas a dejar escapar, el te había dado luz en tu oscura vida de risas y burlas, te había dado esperanza y, algo que nadie te había dado nunca: una sonrisa al verte. Agarraste su mano y sus ojos se iluminaron, sonreíste agradecida, pero no paraste allí, te acercaste a el y lo abrazaste tan fuerte como pudiste, el te abrazo de vuelta y sentiste un escalofrío de felicidad por todo tu cuerpo.

Te quiero Niall pensaste pero tu poca solo pronunció "gracias" tan débil que ni siquiera él oyó.

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Llegaste a tu casa sonriente, la casa que te había visto crecer y que ahora tanto odiabas, tu sonrisa desapareció. Tu casa era pequeña en la planta baja de un edificio del siglo pasado donde ya nadie vivía a excepción de la vecina del segundo que nunca salía de su casa. Los muebles habían sido vendidos por tu padre para paga sus caprichos y adicciones, tan solo algunos sobrevivieron a su avaricia y su egoísmo.

Al entrar encontraste a tu padre tumbado en el sofá mirando en vuestra pequeña tele un programa de la tele tienda. Lanzaste tu chaqueta sobre una silla junto a la puerta, soltaste tu pelo y miraste con desprecio a tu padre.

Puede que fuera fueses insegura, tímida y callada pero en casa todo cambiaba, odiabas a tu padre, era arrogante, egoísta, avaricioso y sobretodo un mentiroso que había hecho que tu madre se fuera de casa y te dejase sola al reemplazarla por una cualquiera que ni siquiera avías visto nunca, por eso no te cortabas al hablar con el.

Desabrochaste el botón de tus pantalones y te dirigiste hacia tu habitación para cambiar tu vaquero por un pantalón corto.

-Que pasa hija que no vas a saludar a tu padre?-Apretaste los puños para aguantar la rabia y te dirigiste a la cocina.

-Yo o tengo padre.- Dijiste entre dientes y en voz baja.

-Como te pareces a tu madre- Abriste tu boca intentando decir algo que fue cortado al sonar el timbre, salvado por la campana, pensaste.

Tu padre se levanto para abrir la puerta, debía de ser alguien conocido ya que era inusual ver a tu padre atendiendo a las visitas o simplemente levantándose para algo que no fuese coger algo de bebida. Al abrir, un hombre de mediana edad de aspecto parecido a tu padre sonrío sarcásticamente como si estuviéramos esperándole desde hace años, tenia una barba grisácea y sucia, sus ojos estaban rojos y apenas se divisaba su color y unas grandes ojeras bajo ellos, era pálido y flacucho y parecía no haberse duchado desde meses.

Saludo a tu padre, cigarro en mano, con unas palmaditas en la espalda y riendo de una gracia inexistente.

-Hey! Mira niña este es "El chispa", es un colega de tu padre- El hombre sonrió

-Tu único colega- rieron juntos- Esta es tu hija? Buah, la ultima vez que la vi aun jugaba con muñecas! Cuantos años tienes ya? 20?

-18- Rodaste tus ojos y resoplaste al observar aquella escena y te giraste para dirigirte a tu cuarto.

-Pues este es mi hijo- Dijo el hombre.

-Qué hay?- Una voz dulce pero quebrada saludó, te resultaba familiar.

-Niall- susurraste y te giraste rápidamente. Niall se encontraba bajo en arco de la puerta rascándose la nuca tímidamente.

Siento que sea corto pero si no es imposible subirlos!! La tardanza es debida a esos "EXAMENES FINALES" en los que he tenido casi 20 exámenes en 10 días hahaha espero que cuando me den las vacaciones suba mas a menudo. Lo siento y gracias por leer

Hasta pronto x)


Strong. -Niall Horan- EDITANDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora