Capítulo 13

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“Perdiste… dormirás conmigo”

Su respiración no era normal y lo sabia, sin embargo, no podía hacer nada al respecto. La puerta sostenía gran peso de su cuerpo y el pequeño picaporte era victima de sus impulsos nerviosos concentrados en sus manos. Las gotas de sudor inundaron nuevamente su frente logrando una visión dificultosa a su alrededor. Saltaba de un problema a otro.
_ ¿Qué haces aquí?- esa voz no le pertenecía a su hermana- Yulia te estoy hablando.
Yulia: ¿Qué haces tú aquí abuela? Este no es tu cuarto
Emma: Vine a traerle un vaso de agua a Lena. Y tampoco es el tuyo. No me respondiste aun- se acercó la mujer cuando terminó de depositar el vaso sobre una pequeña mesa-
Yulia: ¿De qué?- la mujer suspiró-
Emma: ¿Puedes ordenar tus ideas antes de hablar?
_ ¿Con quién hablas abuela?- Mala elección, pensó Yulia, Lena salía del baño con un diminuto short rosa y un brassier blanco- ¿Yulia?-
Yulia: Hey- levantó tímidamente la mano- hola
Emma: ¿Pasaste a saludar?- La morena rodó los ojos-
Yulia: Abuela, solo quería hablar algo con Lena
Emma: Estas no son horas para charlar. Ve a dormir- la corrió discretamente de la puerta y comenzó a retirarla de la habitación-
Lena: Abuela espera- se acercó la pelirroja, Yulia recorrió con la vista los centímetros que descendían desde su cuello hasta su ombligo.- A veces solemos dormir juntas ¿quieres quedarte?- se dirigió a la morena, quien no tuvo tiempo de responder-
Emma: No. Ambas ya son unas muchachitas grandes. Deben acostumbrarse a dormir solas. Yulia ve a tu cuarto, no volveré a repetírtelo-La morena observó por unos momentos a su hermana-
Yulia: Voy a mi cuarto- señaló en su dirección- Hablamos mañana ¿si?
Lena: Claro- le sonrió dulcemente para luego acercarse y dejarle un beso en la mejilla- Hasta mañana-
Yulia: Que descanses.
El llegar a su habitación, encontrarla sola y oscura solo le daban más ganas de salir en busca de su hermana. Había sentido minutos atrás el calor que desprendía su cuerpo y la manera que confeccionaba a la perfección con el suyo. Golpeó su frente contra la puerta, solo para luego lamentarse. Necesitaba contárselo a alguien. Sentía que ese “nudo en la garganta” del que muchos hablaban, estaba comenzado a invadirla. A paso lento se acercó al pequeño baño, abrió la ducha dejando caer el agua más fría que podía obtener, sin siquiera preocuparse por la ropa, ingresó su cuerpo a la pequeña tina. Se pasó bruscamente varias veces ambas manos por su cara y cabello. Era increíble la manera en que el perfume de Lena aun recorría parte de sus sentidos.
_Dios…- susurró mientras poco a poco sus ojos comenzaban a cerrarse-

Su abuelo le había comentado que el lugar era caluroso, pero nunca creyó que tanto. Solo había dormido en ropa interior, pero no ayudó en mucho; el despertarse a las 10:00 a.m. tampoco. ¿Por qué su odiosa abuela no la llamó temprano? No lo sabia ni le importaba en ese momento. Se levantó de la cama y aun somnolienta caminó hasta la cocina. Toda la casa estaba silenciosa.
_ ¿Abuelo?- llamó cuando llegó a la planta baja, sin embargo, el silencio continuaba. Frunció el ceño cuando en la mesa descubrió un gran papel, lo tomó para luego leerlo:
“Niñas, fuimos a la ciudad por asuntos de urgencia. Estaremos de vuelta para la hora del almuerzo. Las quiere. William” – Sonrió, tenia para si sola esa enorme casa por dos horas.
_Buenos días- un frío le recorrió la espalda al escuchar la típica voz ronca de Yulia-
Lena: Hey- volteó lentamente- están en la ciudad- movió el papel dando a entender que hablaba de sus abuelos-
Yulia: Oh- levantó ambas cejas- ¿desayunamos?
Lena: Ya lo hice- mintió y sabia que Yulia no le creería- El abuelo dijo que tenia un caballo. Voy a montarlo.
Yulia: ¿Sabes montar?- se acercó acorralándola contra la mesada- ¿Hay azúcar?- estiró su mano por encima del hombro blanco de Lena-
Lena: ¿Qué te respondo primero?- observaba los labios de la morena mientras se relamía los propios-
Yulia: Encontré azúcar- deslizó lentamente su mano rozando apenas su piel contra la de Lena- ¿Sabes montar?- tomó una taza y se sentó en la mesa-
Lena: Si. Kathia me enseñó- Kathia, se había olvidado completamente de la rubia ¿qué clase de novia era? Observó como Yulia apretó con fuerzas la cuchara para luego dejarla caer al piso-
Yulia: ¿No ibas a montar?- ella solo asintió para luego volver a su habitación. Se colocó el short de la noche anterior, una musculosa blanca a rayas y unos cómodos zapatillas. Bajó casi corriendo y rápidamente se alejo de la casa.

Acercamiento Peligroso (t.A.T.u. Fanfic) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora