Capítulo 31

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"Simplemente llorar"

Caminaba desesperada de un lado a otro en el pasillo, fuera de la habitación de su padre ¿por qué Elena aun no salía? Se masajeó el cuello débilmente y esperó a que la puerta en algún momento se abriera. Tuvo que esperar diez minutos para ello.
_Hey- le sonrió forzada a la pelirroja- Papá salió y ni siquiera me miró ¿qué está pasando?
Lena: ¿Hablaste con él?
Yulia: No, está alterado y yo recién estoy calmándome ¿qué fue todo ese planteo en el comedor?- Lena desvió la mirada nerviosa- Por favor Len
Lena: No lo sé. Tengo que irme- estiró su mano en el interior de la habitación y retiró lentamente su maleta-
Yulia: ¿Qué... qué es eso?
Lena: Papá me echó de la casa
Yulia: ¿Qué?
Lena: Estoy perdiendo tiempo. Nos vemos- se acercó para besarle la mejilla pero Yulia la esquivó para arrinconarla contra la pared- No hagas esto más difícil
Yulia: ¿Por lo de Kathia? ¿Te echó por eso?
Lena: De verdad tengo que irme- intentó, en vano, salir. Yulia la tomó por los hombros y la pegó nuevamente a la fría pintura amarilla- Por favor
Yulia: ¿Qué está pasando?- juntó sus frentes en un gesto cariñoso-
Lena: Voy a estar en al escuela
Yulia: No entiendo- se separó para penetrarla con la mirada cargada de confusión-
Lena: Papá consiguió un lugar entre los internos. Solo nos veremos los fines de semana
Yulia: Tienes que estar bromeando
Lena: No. Te quiero- acarició su mejilla dulcemente- Cuídate- juntó sus labios en un beso fugaz que Yulia deseo profundizar pero se zafó rápidamente reprimiéndole el deseo-
No la acompañó hasta la puerta, ni tampoco la observó bajar. Simplemente se quedó parada allí, tratando de entender la razón de su padre para tomar aquella extrema decisión. Corrió hasta su cuarto, estampó la puerta con dolor y se tiró a la cama solo para humedecerla con sus lágrimas.

Lena dio un último vistazo a su madre en la puerta y luego caminó hasta el auto. El chofer le subió la maleta y esperó por la precensia de su padre. Veinte minutos después se dio cuenta que no llegaría. No quería verla una vez más, al menos no en esa noche. Durante el camino lloró, lloró porque ella entendía todo pero Yulia nada. Lloró porque seguramente Yulia tambien lo estaría haciendo. Lloró porque la culpable era ella, talvez la morena se acostaba por simple placer pero ella lo hacia con amor; cada noche le hacia el amor. Lloró porque finalmente decepcionó a su padre, le había jurado que se olvidaría de Yulia y de cualquier chica que pudiera mirar con ojos distintos a lo de una amistad o simple cercanía. Lloró porque su padre había jugado todas sus fichas en ella, la hija ejemplar, la alumna promedio en la escuela, la hermana mayor modelo, sin embargó perdió. Perdió él y perdió ella. Lloró porque su madre no tuvo la valentía de defenderla ni de reprochar a su padre. Lloró porque la familia perfecta nunca existió, todo era una foto en blanco y negro para un periódico llamado sociedad. Lloró porque recordaba las chicas con las que había compartido horas en la cama solo para olvidar a Yulia y seguir con una vida normal. Lloró porque nunca quiso a Kathia, solo aquellos ojos azules que le recordaban a los de la morena. Lloró y lloró. Lloró porque tenía muchas razones, cada lágrima pesada era una justificación que, ahora, ya no le servían de nada. Se pasó la manga del suéter solo para arruinar más su maquillaje y por una orden del chofer, bajó de manera pesada para encaminarse a la puerta de su nuevo hogar.

_Cuarenta, cuarenta y uno, cuarenta y dos, cuarenta y tres...- su voz se iba debilitando a medida que aumentaban los golpes en su en su colchón. La mano, en forma de puño, le pesaba dolorosamente, como cuando era pequeña y golpeaba solo para que el calambre se retirara. No estaba segura si ahora lo haría. La fuerza no era la misma. Movió su cuerpo como pudo cuando oyó a sus padres discutir en el cuarto de su hermana. En silencio, salió de su habitación y se acercó a la puerta de al lado:
_Sigo pensando que esto no es necesario Sergey
_No me importa lo que pienses. Lena ya no está y no quiero que regrese por el momento- escuchó, ademas, la puerta del placard abrirse. Seguramente estarían sacando más ropa de la pelirroja.
_Tomaste una decisión de manera apresurada años atrás, ahora estás haciendo lo mismo
_No saques ese tema
_ Si no regresas a Elena, el divorcio es un hecho
_Vienes molestando con eso hace años
_Devuélveme a mi hija y nos iremos
_ ¿Quién está diciendo cosas apresuradas ahora?
_ ¿Te acuerdas como terminó Larissa por tus estupidas decisiones?
_ ¡Te dije que no saques ese tema!- "¿Larissa?"- pensó, el nombre le sonaba-
_ Además, estás molesto con tu propia hija ¡Tu hija!
_ No supo controlar sus mal.ditas hormonas. Allí tiene el resultado
_ ¿Un internado?
_ ¡Ella no tenia porque ser así!
_ ¿Y crees que haya manera de cambiarlo? Pues no. ¿Sabes lo que pasa contigo? No pudiste ser feliz con la mujer que amabas y ahora impides la felicidad de otros- escuchó el impacto que produce una cachetada, de manera rápida escuchó otra-
_Ella me mintió. Me juró que era fruto de nuestro amor- distinguió la voz de su padre quebrada entre sollozos- me enamoró solo para después mentirme. No quiero que Lena pase por eso. Mi hija no
_ ¿Qué pasará con Yulia?- se sorprendió que su madre la metiera a la conversación ¿Acaso no hablaban de Lena y Kathia? Confusa, decidió regresar a su habitación.

_No solemos recibir jóvenes a esta altura de la semana, y menos a este horario. Pero bueno, su padre dijo que era un asunto urgente- recorría los espacios correspondientes a las habitaciones al lado de la directora- Este será tu cuarto- abrió la puerta y al ingresar un rayo de luz alguien desde adentro se quejó- Es Carmen. Lleva desde los cinco años aquí- ella asintió lentamente- Que descanses- recibió un cálido beso en la cabeza- Si necesitas algo, estaré en mi cuarto- Una amistosa sonrisa y la mujer se marchó. Ella tomó la maleta e ingresó a su nueva habitación-
_Shhh- la chica volvió a quejarse cuando se sentó y la cama emitió un sonido insoportable-
_Lo siento- se apoyó contra la pared, rodeó sus rodillas con sus brazos y nuevamente volvió a llorar. No le importaron las razones ni los quejidos en busca de silencio de su compañera de cuarto.

Kathia bajaba las escaleras rumbo a la puerta cuando escuchó que la llamaron:
_ ¿Qué quieres Yulia?
Yulia: ¿Mis padres te echaron?
Kathia: Es lo que querías ¿no?
Yulia: ¿Te echaron si o no?
Kathia: Si- terminó de descender los escalones restantes. Yulia se paró frente a ella-
_ ¿No te importa mi hermana?
Kathia: No puedo hacer nada para traerla de vuelta
Yulia: ¿La amas?
Kathia: ¿A dónde quieres llegar?
Yulia: Olvídalo ¿vas a tu casa?- la chica asintió- ¿Con tu padre?- asintió nuevamente- Pues vamos juntas. Tengo que preguntarle algo.

Acercamiento Peligroso (t.A.T.u. Fanfic) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora