Capítulo 39

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“¿Puedes imaginarte con otra persona?”

Hacía tiempo no se arrepentía de haber dicho “si” frente a una pregunta, hacía tiempo no se imaginaba volver a hablar tan confiada con Inessa, hacía tiempo que no reía de las ocurrencias de esa misma mujer, ni siquiera cuando vivían bajo el mismo techo habían entablado una conversación tan larga y divertida, había olvidado lo que era sentir el roce maternal en un momento agradable. No importaba lo que sintiera por Lena, Inessa siempre seria la madre a la que recurriría cada vez que esté en problemas, cuando tenga que llorar de manera desesperada frente a la pérdida de alguien o solo acercarse para compartir una taza de té, como en ese momento. Últimamente soñaba mucho con Larissa, o la mujer de la foto como le decía ella, aun conservaba la imagen que Sergey le entregó esa noche antes de irse y olvidarlos por un tiempo. Olvidarlas, imposible. A Inessa la tenía en frente y tenia ganas de llorar, saltarle en un fuerte abrazo y pedirle que nunca más se aleje, que no importe si tiene una sonrisa en la cara, porque talvez por dentro se esté desmoronando. Que le tomara la mano como cuando le enseñó a utilizar el tobogán del parque, que la ayudó a subir escalón por escalón y luego corrió hasta el otro extremo del frente para esperarla en la caída. Pero ya no era una niña, de a poco los problemas que comenzarían a inundarla serian de ella, le pertenecerían y así como llegaron tendría que hacerlos desaparecer. Curvó una sonrisa al escuchar reír a carcajadas a la señora que tenia a su lado, no podría pedir mejor audición en ese momento. Levantó la vista y el paisaje se terminó complementando, Lena le sonreía, a ella. No a Inessa o a lo que pudiera haber contado, le sonreía cálidamente a ella.
Lena no participaba de las risas, solo las observaba desde el sillón individual, hacia media hora que su madre y Yulia no paraban de hablar, Inessa le pedía perdón por un sin fin de cosas a lo que Yulia le respondía que nada de eso ya importaba, que debían dejar el pasado atrás para poder enfrentar el futuro que las esperaba. Preguntó una sola vez por Sergey y su ex mujer le dijo que aun vivía en la casa por la que alguna los cuatro fueron una familia, Yulia le sonrió, faltaba tiempo pero lo visitaría en algún momento. Lena respondió rápidamente un mensaje que Kathia le había enviado “Ahora es tu turno. Cuídala”, le contestó con un simple “gracias”, claro que lo haría. Escuchó como su madre reclamaba su atención, se preguntó internamente si tomaba té o whisky, jamás la había visto en estado de felicidad pura. Clavó sus ojos en Yulia a pesar de la que le hablaba era Inessa, después de eso oyó más carcajadas, negó con la cabeza mientras le sonreía a Yulia. El tiempo fue bueno mientras fue eso, tiempo. No había sido perdido ni molesto a pesar de todo lo que había llorado, ahora al fin tenia las ideas claras. Decidida, se levantó y se acercó a su madre.
A Inessa le costaría acostumbrarse a la imagen que tenia delante, Yulia y Lena no dejaban de lanzarse miradas y de vez en cuando se les escapaba una sonrisa, Sergey le había dicho una noche que Yulia debía comenzar a vivir con su familia pero que Lena siempre seria su hermana, por ende nada podía pasar entre ellas. Pero ella mandó al demonio ese recuerdo, había escuchado a Lena llorar dormida más de una vez y sollozaba el nombre de Yulia, no era simple capricho de compartir cama con su hermana menor. Ya no eran niñas. Dolía, si, y más de una vez sintió que no podría sola con eso, pero el brillo en los ojos de Yulia en ese momento no se comparaba con ningún otro, la morena tiritaba nerviosa a su lado y ella estaba segura que no era por el frío. Cuando le preguntó a Yulia si se quedaría a dormir le dijo que sí, cuando le dijo que seria en la cama de Lena la morena bajó la cabeza apenada pero así mismo respondió de igual manera. Ella ya había vivido gran parte de su vida y de la manera en qué quiso, no era nadie para quitarle la felicidad a su hija. Talvez se amaban, tal vez no, pero las únicas que tenían la respuesta eran ellas; ni siquiera el tiempo como algunos piensan, si se querían durarían juntas hasta donde ese amor les permitiera. Como ella con Sergey. Y si algún día ambas tenían que dar vuelta la página y comenzar de cero con alguien más, allí tambien las apoyaría.
Lena: Mamá, ya es tarde ¿quieres que te acompañe a la cama?
Inessa: Lena- le acercó la taza a su nariz- ¿ves? Es té, deja de pensar que estoy borracha
Lena: No seas odiosa, no pensaba eso. Anda, vamos a dormir, ya es tarde.
Inessa: Está bien- se levantó sin ningún problema. Estaba ebria solo en la imaginación de Lena- Yul, ese es el cuarto de Len- le señaló un pequeño pasillo tras su espalda, Yulia volteó a verlo-
Yulia: Claro, gracias- habló después de divisar la puerta.
Inessa: Tiene un baño propio, si no, al lado de mi habitación está el otro- le señaló el otro extremo del lugar- Que descanses- le besó la frente y se encaminó con Lena hasta su cuarto, Yulia se dirigió a la cocina a llevar las tazas que habían utilizado-

Acercamiento Peligroso (t.A.T.u. Fanfic) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora