Las cartas rotas que nunca leerás.

Día 3.

Hoy me derrumbo, no puedo con mi vida

necesito tenerte otra vez, no puedo ser una amiga.

Mi alma no lo soporta

no te puede ver con otra

puede que tú no lo entiendas, pero me siento rota.

Dices que la distancia pudo con lo nuestro

que rehaga mi vida, que pase página de nuevo

pero vida, yo no puedo más.

Me desgarra el corazón, ni siquiera puedo llorar,

te empeñas en alegar que éramos infelices

y yo por más que recuerdo me hallo en ruinas y con cicatrices.

De veras, eso no lo encuentro,

contigo no dejé de ser feliz, en ningún momento.

Yo no sé cuánto más puedo aguantar

finjo que soy fuerte pero no puedo caminar

no puedo con esto, te necesito en mi vida,

y haré lo que haga falta aunque me cueste la mía.

Dicen que en dos días ni se ama ni se olvida

yo eso lo tengo claro, ¿acaso tú no me necesitas?

Derramo un río de lágrimas que se lleva el viento

ojalá estuviera a tu lado y pudiese parar el tiempo.

Por mucho que me pese y ese sea mi mayor miedo

me siento vacía y perdida, pero aún te quiero

y siempre lo haré, no sé que tienes pero por ello moriré.

No me digas que soy un ángel y que soy perfecta

para ti yo no lo soy, no necesito que me mientas

probablemente este aquí llorando y tú con "tu princesa"

esa que era yo, pero me difuminaron las barreras.

Mírame a los ojos y dime que ya no me quieres

repítelo hasta que sientas que por dentro no te mueres.

Para cuando acabes, tú ya habrás vencido,

yo no podré más, yo ya me habré ido.

Porque dime, ¿cómo puedo continuar?

Si yo a quién quiero es a ti, y tú ya no me quieres más.

Tan solo te deseo que seas feliz

que alguien sea capaz de darte todo aquello que jamás te di.

Ojalá, pero no creo que eso exista

nadie más que yo estaría dispuesta a darte su vida.

Y ahora que lo sabes, dime cómo te sientes,

¿no sientes que estás muerto, pero que la muerte no viene?

Vaya manera de tortura más atroz,

si tú te vas de mi vida, no lo dudes.

También me iré yo.