Día 10.

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Hoy no ha sido un día fácil, eso te lo aseguro. Ni para ti, ni para mí. Me ha costado mucho tomar la decisión que tomé, aunque realmente aún no estoy convencida de ella. Aún sigo estando ciega de tu amor y necesitándote, pero cielo, mi límite llegó, o eso creo. Hoy descubrí todo lo que ocultaste, todo aquello que me negaste, pero se ve que las mentiras siempre salen a la luz, y que no pueden quedarse demasiado tiempo en el pasado cuando son relevantes en el presente que vives.

Me ha dolido más a ti que a mí. Dejarte, al final tuviste razón de que sería yo, aunque no fue así del todo. Tú me dejaste más veces y lo perdoné, pero siento decirte que por más que lo intentara no lo pude olvidar. Puede que el rencor pueda conmigo, pero creo que es ayudado por el orgullo que me tragué por ti. Necesitaba hacerlo, no por ti, sino por mí. Mi yo interior no aguantaba más, necesitaba expresar su verdadero estado por una vez sin ser ahogado en sí mismo y reprimido en lo más profundo de mi ser.

A pesar de todo, jamás podré decir nada malo de ti. No me arrepiento de nada, ni me arrepiento de todo lo pasado. Siempre vas a ser lo mejor que ha ocurrido en mi vida, y mis sentimientos hacia ti nunca cambiarán. Siempre me tendrás, en lo bueno y en lo malo, pues nunca me iré de tu lado. Cada vez que me pregunte por algo bonito tan solo les podré decir tu nombre, porque eres lo más bonito que jamás tendré. No te he cambiado por nada ni por nadie, pues no se cambia por algo mejor, sino por algo más fácil, esta decisión no lo es. Es la más dura que he tomado en toda mi vida. Te deseo lo mejor, te lo mereces, pero tal vez sea la hora de separarse aún siguiendo en el mismo camino. Compréndelo, necesito un tiempo para mí. Para aclarar mis pensamientos. Jamás serás un recuerdo pues siempre permanecerás en mí, y decidas lo que decidas a lo largo de tu vida yo siempre te apoyaré, porque has sido la persona a la que más he querido y querré. Nadie se igualará a ti ni dejaré que lo haga. Para mí significas demasiado como para hacerte esto. Tal vez no vuelva a querer a nadie tanto como te quise y te quiero a ti, pero no debo hundirme por mucho que me duela. Debo ser fuerte como tú me enseñaste, y quien sabe si posteriormente volvemos a estar en la misma senda en conjunto. Debes ser consciente de que nunca te voy a olvidar. Ni puedo ni quiero. Me has hecho vivir demasiados momentos hermosos como para poder borrarlos, pero supongo que es hora de seguir un consejo que me diste el día en que estuviste en mi lugar. Es hora de pasar página. La historia fue bonita, demasiado como para estropearla con un final triste, por eso es mejor dejarlo así, con un final abstracto. Algo que quede olvidado para comenzar de nuevo a escrbir en nuestras vidas. Es triste, pero a veces las historias más apasionadas tienen el final más frío, y no quiero que acabe así. No quiero acabar mal y que intentes olvidarme con toda tu alma para amainar tu dolor. No quiero ser eso.

Hubo un momento en el que me perdí con tal reencontrarte. Pero te amo, y no sé si salir corriendo o quedarme en primera fila a observar cómo me partes el corazón. Sin ti nada tiene sentido y para mí es como si viviese en una tormenta constante. En la tormenta de mi vida día tras día... Aunque creo que si la vida nos volviese a unir, no dejaría que te volviese a separar de mí. Y es que aunque no quiera, no dejo de extrañarte. Me percaté de que hay que aprender a darse cuenta de cuando una es feliz antes de que se termine. Hace unos instantes lo viví, y aunque fuese causado por mí, necesitaba experimentarlo. Ahogarme en esa tortura silenciosa a costa de tus lágrimas, lo que lamento, para darme cuenta de lo dependiente que soy de ti.

Tal vez haya quien piense en la decisión correcta, pero duele. Prefiero abandonar mi orgullo a conocer tu ausencia. No quiero que todo esto se acabe, te elijo a ti por encima de todo. Por encima de mi mente y a favor de lo que mi corazón sentenció. No quiero que te vayas teniendo mi corazón, porque no sabes lo que duele dejarte ir una vez más. Cualquier dolor que sintiese jamás se compararía con el arrepentimiento de haberte dejado ir. Me dijeron que aguantara, pero sinceramente, no sé si me hacía fuerte o me mataba. Ha quedado claro una vez más que no puedo vivir con tu ausencia sin morirme por dentro. No pude hacerlo, no podría soportar el dolor de todos los momentos que se irían con un adiós que no quiero pronunciar. No puedo quedarme con la duda de cómo hubiese continuado, necesito vivirlo.

Así que sé que no me comprenderán y que podría haberte dicho un 'hasta siempre', pero, ¿sabes qué? Prefiero decirte un 'te quiero', y un 'te necesito en mi vida'.

Las cartas rotas que nunca leerás.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora