Ten cuidado. Las heridas cicatrizan ya que el tiempo lo cura todo, o eso es lo que dicen. Voy recogiendo los pedazos rotos de mí que cayeron al suelo de la nada. Perdidos en la soledad que ahora gobierna mi alma. ¿No te das cuenta de que el dolor acaba? Supongo que la llama que me abrasaba por dentro se fue debilitando y temo que el día en que deje que quemarme las entrañas se esté acercando. No puedo vivir más con este sufrimiento así que decidí resurgir de mis cenizas y volverme a poner en pie, a pesar de ser consciente de que mi próxima caída también se acerca.
¿Porque sabes qué? En el fondo de ti aprendí una cosa, por mucho que me duele y tal vez no sea una buena enseñanza. No te entregues por completo a nadie, pues si todo acaba de la noche a la mañana tú acabarás perdido y sin rumbo que seguir ya que cometiste el error de darlo todo, y hoy ya no tienes nada. Tan solo ganas de parar el tiempo un segundo. Tan solo un momento, lo necesario para volver a girar a la misma velocidad que el resto del universo. Sí, ese que pasa tan deprisa a través de esas lágrimas derramadas por tantas ilusiones y promesas que quedaron en el aire y que tú deseabas realizar con todo tu corazón. Hoy ya no le tienes, así que ya no hay nada más por lo que seguir.
Si vuelves, que sea para quedarte. No eches sal en mis heridas y luego vuelvas a irte sin curarlas, porque ya no sé si lo podré aguntar. Algunas personas dicen que me admiran por la fuerza y valentía que presento al seguir esperando algo que no sé si sucederá o no, mientras la vida, tanto tuya como la del resto del mundo excepto la mía, que quedó estancanda en un punto sin retorno, sigue. En realidad yo no me siento fuerte ni como si estuviera haciendo algo admirable, ya que yo tan solo me siento como una idiota. Una idiota que te quiere más de lo que puede y lo que sabe. Y que no conoce el límite de sus sentimientos, porque todos se desataron contigo y no sabe cuándo pararán ni de qué manera. ¿Y si nunca paran? ¿Y si no vuelves y yo quedo prisionera de tu recuerdo? ¿Y si permanezco esperándote por siempre y tú nunca apareces de nuevo?
Esa sensación me corroe pues no puedo permitírmelo. Lo siento, pero te necesito para vivir. Eras la fuerza en mi debilidad, y ahora te convertiste en mi mayor y única debilidad. Es oír tu nombre y una sensación extraña, que antes me era familiar a tu lado, aunque desde la distancia (no lo olvidemos, ya que se ve que tú no pudiste hacerlo) y me conmuevo por completo.
Todas estas palabras tan solo van para ti, ya que cada una de las letras que escribo equivalen a cada una de las lágrimas que se derramaron por ti en este tiempo. Todas las que derramé yo, pero ya no. Debo ser fuerte y esperar, ya que es lo único que me queda. Esta sensación de impotencia es lo más horrible que yo sentí jamás, pero supongo que es lo que me tocó por el momento.
Te dije que mereces la pena, y que valías más de lo que imaginabas, por eso no quería que te menospreciases a ti mismo. Pensaba que este día no llegaría, o al menos no tan temprano. Yo sabía aquello porque ya vaticinaba la situación en la que me encuentro y me he encontrado en este período de tu ausencia. O de tu presencia pasajera, ya que no es como antes. Sé que me encontraré de esta manera hasta que tú no vuelvas a mi vida de la misma manera que antes. Sabía que acabaría así, como una muñeca rota con la que ya nadie querría jugar, aunque tampoco quiero que jueguen conmigo como tal, porque sé como soy y no es bueno para mí. Supongo que este era mi destino. Soy de esas personas extremas, de esas que aman u odian, pero todo ello hasta el infinito. A ti te tocó ser uno de esos a los que amo. Lo siento, pero por mucho que pase nada podrá borrar la huella que marcaste en mí y que aún sigues marcando. Pues al menos sigues presente cada día de mi vida, y eso no quiero que cambie. Te lo digo como tu amiga, y como la persona que más te quiere en todo el universo, pero supongo que con lo de "amiga" te bastará.
Te quiero, y me temo que más de lo que sé y soy capaz.
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Las cartas rotas que nunca leerás.
Fiksi RemajaTodas las palabras que mis labios no supieron expresar, pero mis lágrimas sí. Tan solo sé que te quiero, y que esto es todo lo que deseo decirte. Necesito que vuelvas. Esto es todo lo que mi alma siente realmente pero no se atreve a decirte, aunque...