1. Siempre será para protegerte

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Caminé por la pradera luminosa, cerca de la costa del mar, al encuentro de el hermoso toro blanco que me miraba a lo lejos. Al acercarme pude notar los detalles de la perfección de aquel magestuoso animal, sus ojos penetrantes me miraban con ternura transmitiendome paz y su cabeza se inclinaba hacia mi en un gesto dulce y familiar.
_Hola papa_ dije acariciado los cuernos del animal.

_¡Beth despierta maldita sea, ya es tarde!_

La imágen de mi sueño comenzó a nublarse, estaba despertando.

_Vamos Beth, sabes que hoy debías entrenar temprano_ me reprochó mi madre.

Comencé a tallarme los ojos y a desperezarme, un rallo de luz entraba por el ventanal que estaba frente a mi cama dándome un poco de energía, luego de unos minutos me senté en la cama y me tomé mi tiempo para acomodar mis ideas. Otro aburrido día.

_Al fin despiertas, ¿Dormiste bien anoche? _

Sonreí al recordarme en la pradera con mi padre.

_De maravilla_

_ Me alegro cariño, te preparé hotcakes, cámbiate y baja a desayunar, luego Admes puede llevarte a dar un paseo antes de entrenar_

_De acuerdo_

Mama salió del cuarto con un cesto de ropa sucia.
Me levanté y me acerqué al armario arrastrando mis pies por la alfombra.
Tomé unos pantalones sueltos con una blusa negra que dejaba mi ombligo al descubierto y me dirigí al baño para arreglar un poco mi deplorable apariencia, no soy del tipo que se maquilla o se arregla demasiado, después de todo nadie va a verme, pero mi cabello parece el de medusa.

_ Hoy te llevaré a que conozcas a alguien especial que estoy seguro que te agradará mucho_ dijo Admes mientras caminábamos por el jardín.

_¿De verdad?, muero por saber quién es_
No conozco gente muy a menudo debido a las condiciones de mi situación, he conocido algunos sátiros y centauros pero no más que eso, aún así tengo un caracter bastante extrovertido cortesía de Zeus supongo.

_Debes saber Elizabeth, que cualquier cosa que hagamos siempre será para protegerte, eres alguien muy importante_

No comprendía por que Admes me decía esto.

_Y.. A qué viene eso?_

_Sólo quiero que lo tengas presente, además de ser la hija de Zeus, eres nuestra familia y todo lo que hagamos será pensando en tu bienestar_

Sabía que por algo estaba diciéndome esto, los centauros no son seres que expresan sus sentimientos, pero también sé que no importa cuanto le insista, no le sacaría nada que el no quiera decir, por lo que dejé la conversación ahí y me dediqué a imaginar a donde me llevaría esta tarde.

Pasados mas o menos cuarenta minutos de cabalgar sobre Admes llegamos a un pequeño claro en el bosque, parecía mágico, realmente admiro cómo la luz puede transformar los lugares según su intensidad, es hermoso, en el medio del claro se hallaba una laguna de un azul muy profundo realmente hipnotizante.

_Hali!, tengo visitas_

De repente, ví como una hermosa mujer emergía de la laguna, una túnica blanca completamente mojada se pegaba a su cuerpo tallándolo a la perfección, su cabello negro mojado caía hasta su espalda baja, era alta, y poseía unos ojos azules del mismo color que la laguna.

_Oh, hija de Zeus, es un honor, soy Hali, ninfa de la laguna_

_Soy Elizabeth_

_No vienen semidioses muy seguido por aquí, verdad Admes?_ dijo la ninfa.

El hijo de HadesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora